Si un colegio que recibe Subvención Escolar Preferencial (SEP) -recursos destinados a potenciar la educación de niños vulnerables- necesita comprar una fotocopiadora para llevar adelante su proyecto educativo, puede hacerlo con cargo a esos fondos. Sin embargo, si necesitan hacerle algún arreglo, el sostenedor no puede utilizar los dineros de la SEP para esos fines, con lo que se da la particularidad de que le resulta más sencillo adquirir una nueva que optar por una mantención.
Esto muestra por un lado la rigidez en el uso de los fondos SEP que establece la ley y también da cuenta de la ineficiencia que se ha ido produciendo en el gasto de los recursos destinados a los niños más pobres.
La poca flexibilidad, según explica el subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, ha generado que una importante cantidad de recursos no se utilice. Así, en promedio, al año se dejan de gastar $ 287.400 millones de la SEP, lo que equivale a un 28% de los fondos que se destinan a nivel nacional.
Y según un análisis que realizó el Ministerio de Educación (Mineduc), al que accedió La Tercera, $ 862.200 millones no se gastaron entre 2014 y 2016.
Figueroa indica que la Subvención Escolar Preferencial "es una política que ha sido muy efectiva en la mejora de la calidad y la equidad de nuestro sistema educacional, y ha permitido focalizar el gasto en quienes más lo necesitan, y por esa vía mejorar las brechas de aprendizaje en los niños más vulnerables".
Pero, plantea, "el diseño de esa subvención implica una serie de rigideces para los sostenedores, que en muchos casos les impide sacar el mejor provecho posible de la subvención, y lo que los datos muestran es que del orden de un 30% de los recursos totales de la SEP los sostenedores no los gastan, y hay fuertes razones para pensar que el motivo de ese freno está en las excesivas rigideces que tiene el diseño de la subvención".
Dado este diagnóstico, el Mineduc está trabajando en determinar la manera para que se pueda flexibilizar el gasto y así lograr que los colegios puedan sacar mejor provecho a los recursos disponibles en mejorar la calidad de la educación de los niños más vulnerables.
"Hay ciertas rigideces que están en la ley (SEP) y por lo tanto hay que estudiar bien cómo deberían flexibilizarse, y hay también ciertas rigideces que dicen relación con la interpretación de esas normas, que pasa por criterios de la Superintendencia que también sería conveniente revisar", indica el subsecretario Figueroa.
Esta posibilidad de flexibilizar el gasto de algunos fondos, dice Figueroa, no solo se está estudiando en relación con la SEP, sino que también en otros aportes estatales.
En el informe de la Ocde "Revisión de recursos escolares: Chile", publicado a fines de 2017, se destaca que "la introducción de la Subvención Escolar Preferencial (SEP) se ha visto reflejada en establecimientos mejor equipados, particularmente aquellos que sirven a niños de más bajos recursos, contribuyendo a una reducción en la desigualdad de la disponibilidad de recursos educativos a nivel escolar". Pero también se advierte que "una parte importante de las subvenciones ya tiene un destino demarcado, lo que podría limitar la capacidad de los establecimientos para enfocarlas en sus necesidades específicas".
Este diagnóstico del Mineduc y de la Ocde es compartido por los sostenedores de colegios, quienes en diversas reuniones con las nuevas autoridades ministeriales han dado cuenta de los problemas en el uso de algunos aportes estatales, y especialmente de la SEP.
La coordinadora del Área Educación del Instituto Hijas de María Auxiliadora, sor Fanny Dobronic, indica que este tema lo conversaron con el subsecretario, y explica que la preocupación que tienen apunta a que "en una escuela todo tiene fin educativo, pero el legislador lo restringe porque considera fin educativo lo que va en directa relación con el aula, con el aprendizaje".
Sin embargo, asegura que los fines educativos van más allá de lo que pasa solo en la sala de clases. "Un ejemplo que ilustra bastante la situación es que si se pierde agua en los lavamanos, tenemos la obligación de repararlos, no solo por una cuestión de funcionamiento sino que porque también les estoy enseñando a los alumnos el cuidado del agua, pero esto no se puede financiar con la SEP".
En tanto, Hernán Herrera, presidente de Conacep -entidad que agrupa a colegios particulares subvencionados-, indica que también conversaron con el Mineduc esta problemática: "Esperamos que el ciento por ciento de los recursos de la SEP pueda ser usado en fines educativos".