Hasta 800 estudiantes alcanzó a contabilizar Carabineros en la movilización del martes por parte de estudiantes de distintos establecimientos emblemáticos de Santiago. La protesta avanzó casi hasta La Moneda y, ante los intentos de ingresar al perímetro de seguridad de Palacio, la policía se vio obligada a desplegar elementos disuasivos, interrumpiendo el tránsito por la Alameda. Recién a las 15.45 horas se logró normalizar -en parte- la situación.
La tensa jornada de movilizaciones anteayer terminó con un bus del transporte público quemado, 35 personas detenidas -14 de las cuales eran menores de edad- y varias ventanas del Ministerio de Educación rotas, lo que valió, incluso, el reproche del titular de la cartera, Marco Antonio Ávila.
“Hace unos momentos apedrearon las ventas del Mineduc, poniendo en riesgo a funcionari@s. La violencia nunca es el camino, menos contra trabajadoras y trabajadores”, escribió en su cuenta de Twitter el ministro. La jornada de protestas, bajo la consigna “movilización estudiantil: ante un pueblo sin memoria, estudiantes haciendo historia...”, dejaba así una preocupante sensación entre las autoridades.
La preocupación estaba radicada en que persistían los llamados a marchar, seguir cortando el tránsito de la Alameda y mantener los emplazamientos, tanto al Municipio de Santiago como al gobierno, para cumplir lo que los estudiantes del Instituto Nacional, el Internado Nacional Barros Arana y el Liceo de Aplicación exigen: tener una educación no sexista, mejores instalaciones y también terminar con el “negocio de la educación”.
Y si la aprensión era que ojalá no hubiera más desmanes, ocurrió todo lo contrario. Ya a las 8.30 horas del martes se registraban los primeros incidentes en la Alameda, en el centro de Santiago, principalmente en las afueras del Liceo de Aplicación, desde donde se reportaron lanzamiento de piedras y botellas desde los techos del establecimiento.
A las 9.00 horas, en calle Cumming, en las cercanías del Instituto Nacional, tras lanzar varias molotov, un grupo de encapuchados quemó un bus, siendo la segunda micro quemada en dos días. Un apoderado del establecimiento llegó a sacar a su hijo y, en conversación con Chilevisión, se descargó.
“Estoy plenamente de acuerdo con la demanda social de mejorar la educación de este país, el tema es que cuando escondes tu rostro no consigues nada. Yo hoy le pongo punto final a esto, saco a mi hijo de este colegio, yo salí de acá, pero esto ya no da más. Tienen secuestrada la educación. Presidente, yo voté por usted, y esto no puede seguir siendo manejado por un grupo de vándalos. Hay que terminar con esto”, señaló el hombre.
La jornada incluyó enfrentamientos con Carabineros y cortes de tránsito, además del ingreso a distintas estaciones de Metro por parte de estudiantes de otros colegios, para cortar el trayecto de los vagones. En total, 16 de las 136 estaciones de la red se vieron paradas.
El ministro Ávila rechazó la comisión de estos “actos de violencia ejercidas por estos estudiantes, dado especialmente que hemos sido un gobierno que empatiza con muchas de estas demandas”. Entre el martes y el miércoles, Carabineros detuvo, en total, a 42 estudiantes.
La alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, indicó que todos estos hechos “tienen que tener las sanciones correspondientes, tanto aquellas de la justicia, para lo cual existen las acciones legales, como también el caso de la aplicación de reglamentos internos de convivencia si corresponde para tener sanciones en aquellos casos que haya estudiantes de nuestras comunidades involucrados”.
En esa misma línea, señaló que “no se puede permitir que haya personas que cometan delitos y afecten incluso la integridad física de las personas. Eso nosotros lo repudiamos completamente y por tanto consideramos fundamentales las acciones legales al respecto”.
La preocupación de las autoridades se tradujo en una reunión de emergencia en La Moneda entre el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y los generales de Carabineros, Marcelo Araya y Enrique Monrás. Tras la cita, Monsalve anunció que el gobierno se querellará por los desórdenes del miércoles por alteración al orden público y hechos de violencia, relativos a la destrucción de bienes públicos y el uso de elementos contundentes para agredir a Carabineros y personas.
“Queremos reiterar nuestro rechazo a los hechos de violencia ocurridos ayer y hoy. Y respecto a esos hechos de violencia, que implican destruir bienes públicos, que implican usar objetos contundentes para agredir vehículos y personas, el Ministerio del Interior ha tomado la decisión de querellarse”, indicó Monsalve.
En la cita se conversó sobre los planes que habrá que activar para las próximas jornadas, pues el jueves y viernes se asoman como días con altas posibilidades de desórdenes a raíz de distintas convocatorias estudiantiles a manifestarse.
El regreso de protestas al Metro
“Evadir no pagar, otra forma de luchar”. Este era el grito que, durante la jornada de este miércoles, se volvió a escuchar en ciertas estaciones del Metro de Santiago. La imagen recuerda a los inicios del estallido social de 2019, cuando estudiantes realizaban evasiones masivas al sistema de transporte subterráneo. Esta vez, fueron 16 las estaciones afectadas por este tipo de hechos, lo que derivó en el cierre de estas.
El primer incidente de la jornada, en el Metro, comenzó cerca de las 11 de la mañana, ya que, por presencia de una persona en las vías, el servicio subterráneo debió cancelar su servicio entre las estaciones San Pablo y Estación Central. El cierre se postergó hasta pasado el mediodía, cuando finalmente se repuso el servicio. Sería el inicio de un caótico día para la empresa que vivió hechos similares años atrás.
En la misma Línea 1, estaciones como República, Los Héroes, Universidad de Chile, Santa Lucía, Universidad Católica, Baquedano, Pedro de Valdivia o Los Leones, fueron las afectadas por las protestas de los estudiantes, quienes evadieron el pago del servicio y además destruyeron parte de los validadores de pago en estaciones como la ubicada en Providencia. Los cierres ocurrieron intermitentemente durante toda la jornada y en total fueron nueve las paradas afectadas en la línea más antigua del Metro.
Pero no fue la única línea afectada, la 5 también debió cerrar sus puertas en cinco estaciones desde el mediodía. Paradas como Santa Isabel, Parque Bustamante, Irarrázaval, Bellas Artes y Plaza de Armas también cesaron su funcionamiento y quedaron habilitadas sólo para combinaciones.
Finalmente, uno de los hechos más complejos ocurrió en la Línea 2, específicamente en Santa Ana, cuando un grupo de estudiantes se sentó en el andén, impidiendo el ingreso de trenes a la estación.
A las 19.57, y con la apertura de la estación Manuel Montt, Metro confirmó que se reestableció el servicio en toda su red.