Han pasado 8 años desde que la cápsula Fénix II llegó hasta el fondo de la mina San José donde se encontraban atrapados los 33 mineros luego de un derrumbe al interior del yacimiento. Durante más de dos meses las autoridades trabajaron en un plan para lograr el rescate de todos los hombres que se encontraban bajo tierra.
Finalmente, el Día D llegó. El plan era el siguiente, primero bajaría desde la cápsula Fénix II un enfermero para asegurar el arnés de seguridad al primer minero que subiría a la superficie, Florencio Ávalos.
Una vez en la superficie, un rescatista abriría la cápsula y luego el minero sería examinado por médicos en el hospital de campaña. Se revisaría la cápsula y volvería a bajar otro rescatista para completar el personal de seguridad en la mina.
Primero los hábiles, luego los débiles y finalmente los fuertes. Ese era el orden de los mineros que serían rescatados. Luis Urzúa, estaba contemplado para que fuera el último minero rescatado por estar dentro del grupo de líderes.
El trayecto desde el refugio hasta el exterior podría tardar entre 15 a 25 minutos como máximo, sin embargo, en el momento del rescate, el ascenso tardó incluso 9 minutos.
A las 23.30 horas del 13 de octubre del 2010 comenzó el rescate de los mineros, el que se prolongó por cerca de 23 horas.
El primero en subir, del grupo de los hábiles, fue Florencio Ávalos, quien llegó a la superficie a pasada las 00 horas. Recibido con aplausos, el hombre de 31 años en ese entonces y rápidamente fue trasladado hasta el hospital de campaña para ser examinado.
Luego, Mario Sepúlveda, el minero más recordado por ser el "presentador" de los videos que se grababan en el refugio. El minero salió a la superficie bromeando, gritando y repartiendo piedras a las autoridades. Se acercó a sus seres queridos y gritó un efusivo "Ceacheí".
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El rescate de los mineros en Copiapó, a mediados de octubre de 2010. Foto: Archivo[/caption]
El cuarto en subir fue el boliviano, Carlos Mamani, quien en la superficie lo esperaban el cónsul de Bolivia, Walker San Martín y el presidente Sebastián Piñera con una bandera boliviana. Tras llegar a la superficie, el joven boliviano se arrodilló y dio gracias por el rescate.
El rescate se prolongó durante toda la madrugada del jueves 14, el que tuvo su primer intermedio pasada las 5.30 de la madrugada para una mantención de la cápsula "Fénix II". Tras ese corto momento, llegó a la superficie Osmán Araya, el primero del grupo de los débiles. Seguido de José Ojeda, el autor del mensaje "Estamos bien en el refugio los 33".
Cerca de las 8 de la madrugada ocurrió el ascenso del minero más veterano del grupo, Mario Gómez, quien tras subir hasta la superficie los enfermeros le pusieron una mascarilla de oxígeno por su débil estado de salud, ya que padece de silicosis e hipertensión.
Para las 14 horas el yacimiento solo contaba con la mitad de los mineros atrapados y los rescates eran un poco más rápidos, tardando entre 12 a 15 minutos el ascenso de la cápsula con los mineros, y luego los últimos ascensos tardaban solo 9 minutos.
El rescate se prolongó hasta cinco minutos antes de las 22 horas del 14 de octubre, siendo los últimos en ser rescatados Raúl Bustos, el oriundo de Talcahuano, Pedro Cortez y Luis Urzúa, ambos encargados de las comunicaciones al interior de la mina, y finalmente Luis Urzúa el jefe de turno de la mina cuando ocurrió el derrumbe. Ellos formaban el último grupo de mineros rescatados.
Urzúa, tras salir del yacimiento le dijo al presidente Piñera "Espero que esto nunca más vuelva a ocurrir, por el bien del país".