Treinta meses han transcurrido desde que el Monumento a la Solidaridad, en Valparaíso, popularmente conocido como Monumento al Cobre, fue incendiado por desconocidos, lo que provocó daños en la escultura de 12 metros de alto, inaugurada en 1995 y emplazada a un costado del Congreso Nacional.
El siniestro ocurrió en febrero de 2020, poco después del estallido social, lo cual deformó su revestimiento construido con planchas de cobre, “desde su parte media hacia arriba”, por ese entonces ya deteriorado por las lluvias, la humedad y el aire salino, que han ido cambiando su tono cobrizo a un color café oscuro.
Así lo concluyó un informe encargado por el alcalde Jorge Sharp (IND) al director de Obras Municipales, Tomás Valdés, quien el 2 de diciembre de 2021 informó al edil que “el daño presente de la escultura es reparable dada las características de la materialidad que se compone, cual es acero y cobre y las bases de la pieza no acusan daño hasta su parte media”.
El jefe comunal solicitó a Valdés el estudio tras las aprensiones manifestadas por el escultor Mario Irarrázabal (81 años), autor de La mano, en Punta del Este (Uruguay), y La mano del desierto (Antofagasta), luego de visar el retiro y destrucción de la estatua, propuesto por el mismo municipio.
“O tú la reemplazas por una hecha con materiales adecuados, o tienes que destruirla. Uno tiene que tomar una decisión. Dejarla semidesturida no tiene sentido. Restaurarla tendría sentido, a mi juicio, pero significa un estudio de costos y una voluntad de conseguir los fondos”, dijo en 2021 Irarrázabal a La Tercera.
Asimismo, en una sesión del concejo municipal, celebrada el 9 de diciembre del año pasado, el artista nacional Arturo Duclos, presidente de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, manifestó sus reparos al retiro del monumento: “Acá lo que se vulnera es el patrimonio moral del artista. Daños efectivos a cualquier modificación que pueda sufrir la obra y eso está protegido por la Ley 17.326. Aquí hay un impedimento legal”, y sugirió “que la alcaldía haga la evaluación técnica y luego nos convoquen a una mesa para la toma de decisiones″, se lee en el acta de la reunión.
Una semana después, en el mismo concejo, el encargado del Departamento de Desarrollo Cultural, Sebastián Redolés, dijo que, en cualquier caso, “no es la voluntad del municipio desmontar la escultura, sino más bien contar con una opinión formada a tantos informes que tenemos de la Dirección de Obras y con la información que obtenemos del autor de la obra, a quien debemos nuestro respecto y gratitud; de todas maneras, el concepto que subyace a este monumento es lo que hemos de salvaguardar, procurar preservar, que es la solidaridad”.
De este modo, el pasado 4 de agosto, mediante decreto alcaldicio, la Municipalidad de Valparaíso llamó a licitación pública para el “diagnóstico y evaluación estructural al Monumento a la Solidaridad”; inaugurado en enero de 1995 gracias a una licitación encargada por Codelco.
El proyecto fue adjudicado a la empresa santiaguina Cazaux y Guzmán Ingeniería Limitada, por un monto de $ 2.500.000.
La consultora cuenta con un plazo de 45 días corridos para elaborar un informe “debidamente firmado por el profesional ingeniero civil”, que considere: los daños encontrados; posibilidad de riesgo de caída, desmoronamiento o deslizamiento; eventual perímetro de cierre para evitar accidentes, “informar si la estructura debe ser reparada/extraída/ u otro que el profesional a cargo estime” y un set fotográfico, según consta en los términos de referencia disponibles en el portal Mercado Público.
Según se informó, la empresa ya entregó un informe preliminar, que está siendo analizado por la Secretaría Comunal de Planificación; mismo departamento donde (en julio) comenzaron a trabajar cuatro exconvencionales convocados por Sharp.
Respecto de la licitación, el concejal Vladimir Valenzuela (integrante del movimiento Apruebo Transformar), dice que “procede. Hay que tener una apreciación, un informe técnico adecuado, con personas competentes, y una vez que este informe se concluya (...) se va a tomar una decisión desde la administración activa, el escultor, que ha estado presente en todas las conversaciones, y los equipos técnicos municipales”.
Consultada formalmente la Municipalidad de Valparaíso respecto del estado del proyecto, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.