Este 6 de febrero se cumple un año desde al trágico accidente en que perdió la vida el expresidente Sebastián Piñera, luego de que el helicóptero que pilotaba capotara en el Lago Ranco. A pesar del tiempo transcurrido, aún se esperan los resultados de la investigación iniciada aquel día.

Fue durante la misma jornada de ese martes que la Fiscalía Regional de Los Ríos confirmó la apertura de una investigación a raíz del accidente. En la ocasión, la fiscal regional de Los Ríos, Tatiana Esquivel, ordenó una serie de pesquisas con el fin de esclarecer los hechos y establecer las causas del trágico accidente que terminó con la vida del expresidente.

Aunque en un comienzo se pensaba que la investigación podría extenderse por alrededor de 10 meses, a un año del suceso aún no se da por concluida y las indagatorias se encuentran en el proceso de recopilación y análisis de los antecedentes por parte del equipo investigador.

El jefe de la Unidad de Anticorrupción de la Fiscalía Nacional, Eugenio Campos, quien está apoyando las diligencias, señaló a La Tercera que “es una investigación compleja desde el punto de vista técnico y que se encuentra en pleno desarrollo, con diligencias encabezadas por la Fiscalía Regional de Los Ríos. No solo involucran las declaraciones de los sobrevivientes, sino también aquellas personas que fueron las primeras en llegar al lugar del accidente y los múltiples peritajes que se realizan a la aeronave. Consideramos que en los próximos cuatro o seis meses debiésemos tener información más completa”.

Informe preliminar de la DGAC

Hace tan sólo unos días, el pasado 3 de febrero, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) emitió un informe preliminar respecto al vuelo en que falleció el expresidente Sebastián Piñera. En la ocasión, se daba cuenta del estado en que quedó el helicóptero Robinson R-44 que pilotaba el exmandatario.

Según detalló el informe, el parabrisas del lado izquierdo resultó fracturado y desprendido y la estructura tubular de unión entre el fuselaje, el motor y la caja de engranajes de la transmisión principal, presentaba diversas fracturas. De igual forma, se señala que las dos palas resultaron deformadas y fracturadas, al igual que una de las palas del rotor de cola.

El documento de la DGAC además especificaba que se realizaron inspecciones con el apoyo del fabricante de la aeronave y del motor que tenía instalado, quienes emitieron informes técnicos que forman parte de la carpeta investigativa.

Embarcaciones trabajando en la extracción del helicóptero en el que falleció el expresidente Sebastián Piñera.

Lo que se sabe del accidente

De acuerdo con los primeros reportes entregados cuando ocurrió el accidente, el hecho en cuestión se produjo a eso de las 14.57 horas, cuando efectivos policiales recibieron un llamado desde la guardia de la tenencia Lago Ranco, que indicaban que en dicho sector había capotado una aeronave.

Junto al expresidente, iban su hermana Magdalena Piñera, su amigo Ignacio Guerrero y su hijo Bautista Guerrero, los cuales resultaron ilesos del accidente, tras lograr desabrochar sus cinturones de seguridad y salir de la aeronave.

Como pudo recabar La Tercera en la ocasión, no fueron más de 90 segundos los que la aeronave estuvo en el aire desde su despegue de la casa del empresario José Cox, amigo del expresidente.

A raíz de las declaraciones de los pasajeros que sobrevivieron y de testigos del hecho, los investigadores pudieron establecer que a instantes de tomar altura, la aeronave comenzó a descender, momento en que se habría girado provocando que “la pala” (hélice) golpeara el lago, ocasionando el accidente.

El helicóptero Robinson R44 II, en el que viajaba el presidente fue reflotado del lago el 10 de febrero de 2024, es decir cuatro días después de que ocurriera el accidente y posteriormente trasladado hasta Santiago para los peritajes respectivos.

El Helicóptero de Sebastián Piñera tras ser extraído de las aguas del Lago Ranco.

Primeros peritajes

En marzo de 2023, tras los primeros peritajes del helicóptero, el fiscal Eugenio Campos señaló que la aeronave “no presenta grandes daños”.

“Sin perjuicio que esto es materia de la investigación, en principio no presenta grandes, grandes daños (el helicóptero) que uno se puede -en el sentido común- imaginar con una caída de un helicóptero en vuelo al lago y posteriormente en el fondo, en este caso, el fondo del lago”, señaló en la ocasión.

Junto con esto, según explicó las diligencias contemplan peritajes “técnicos y extensos”, apuntando a que será la DGAC, la encargada de “determinar la causa y origen del siniestro, como también eventuales circunstancias que pueden prevenir accidentes en el futuro”.

No obstante, el informe de la DGAC estableció que el helicóptero sufrió daños en el fuselaje, en la transmisión, en los rotores principal y de cola y en el tren de aterrizaje, entre otras. Por ejemplo, el documento sostiene que las dos palas del rotor principal resultaron “deformadas y fracturadas”.

Añade que “versión de testigo en el sector del suceso, relató que las condiciones de visibilidad al momento del despegue permitían vuelo sin observaciones” y que “se efectuaron inspecciones con apoyo del fabricante de la aeronave y del motor instalado en la aeronave. Ambos emitieron informes técnicos, que por su naturaleza son parte de la carpeta investigativa”.

Finalmente, señala que el estado de la investigación “se encuentra en proceso de recopilación y análisis de los antecedentes por parte del equipo investigador”.