A casi un año de que se viralizaran en redes sociales dos polémicas tesis realizadas por alumnos de la Universidad de Chile, aún no sale humo blanco de la investigación sumarial que la rectora Rosa Devés anunció para determinar responsabilidades. Sin embargo, la Facultad de Filosofía y Humanidades siguió las recomendaciones del Comité Informante sobre la Pertinencia Ética y Formativa y procedió a implementar una Política de Ética de la Investigación, y desde 2023, también implementó un sistema de evaluación ética de los proyectos de tesis de magíster y doctorado.
A través de una comunicación firmada por el decano (s) de la facultad, Ulises Cárcamo, se informó a La Tercera que el sumario administrativo aún está en desarrollo “conforme a las reglas y etapas establecidas por el Estatuto Administrativo que nos rige”, pero que está entrando en su fase final y que mantiene su carácter secreto.
Luego se adentra en las decisiones que se han tomado y que, si bien la universidad se ha caracterizado permanentemente por la rigurosidad en los procesos formativos que incluyen las actividades finales de graduación y titulación, “el caso en cuestión mostró la necesidad de fortalecerlos”.
Así, la creación de la Política de Ética de la Investigación, impulsada colaborativamente entre la Dirección de Investigación, Creación y Publicaciones, el Comité de Ética de la Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades y la Escuela de Postgrado de la Facultad, dice la facultad, “tiene como propósito contribuir a profundizar una cultura investigativa donde los aspectos éticos tengan un rol central y entregar lineamientos de ética de la investigación en Humanidades y Pedagogía, respetando la diversidad de aproximaciones y temáticas de las disciplinas que componen la Facultad, así como la libertad académica”.
Cárcamo informa que para su realización se llevaron a cabo talleres con los miembros de los claustros de todos los programas de pre y postgrado de la facultad para entregar orientaciones de lineamientos éticos de la investigación, abrir la reflexión y conocer sus opiniones, experiencias y sugerencias al respecto.
Añade que a la fecha se han ejecutado once talleres, entre mayo y octubre del 2023. Y a eso se suma un taller abierto de formación entre pares para académicos y académicas con investigaciones Fondecyt Regular y de Iniciación con el apoyo del Comité de Ética de la Facultad. “Las reflexiones derivadas de estos talleres han permitido a la facultad elaborar un manual de buenas prácticas de ética de la investigación, con el fin de proporcionar una guía actualizada con principios, criterios y procedimientos que deben regir la investigación, la que se dará a conocer al resto de la comunidad de nuestra universidad”, señala.
Finalmente, la autoridad universitaria añade que este 2023 se implementó un sistema de evaluación ética de los proyectos de tesis de magíster y doctorado con el objeto de garantizar su cumplimiento con esta dimensión de la investigación, cuyos resultados serán dados a conocer al conjunto de la comunidad universitaria. Además, se proyecta extender la iniciativa a todos los programas de la facultad.
Las cuestionadas tesis
Los dos trabajos académicos fueron realizados por estudiantes de la Facultad de Filosofía y Humanidades. El primero se titula “Pedófilos e infantes: pliegues y repliegues del deseo”, el que fue presentado en 2016 por un alumno para optar al grado de Magíster en Estudios de Género y Cultura en América Latina. El segundo lleva como título “El deseo negado del pedagogo: Ser pedófilo”, realizado en 2020 por un alumno para optar al grado de Licenciado en Educación Media con mención en Filosofía y Profesor en Educación Media con Mención en Filosofía.
En la oportunidad, desde el decanato de la facultad afirmaron que ambas investigaciones fueron de “corte puramente teórico”, aunque lamentaron los “efectos negativos” que estas tuvieron y destacaron que como universidad mantienen un “compromiso permanente e irrestricto” con la defensa de los derechos de los menores de edad.
Luego se conoció una declaración de la rectora de la U. de Chile, donde señaló que repudiaban “categóricamente todo contenido que afecte y vulnere la dignidad y los derechos de niños, niñas y adolescentes y de cualquier otro grupo social”.
Devés anunció la formación de un comité del más alto nivel académico, presidido por el vicerrector de Asuntos Académicos, Claudio Pastenes, e integrado por académicos y académicas de distintas facultades, “que tenga la tarea de examinar y pronunciarse sobre la pertinencia ética y formativa de las investigaciones realizadas en el marco de los procesos de graduación y titulación en cuestión”.
Además, se instruyó “una investigación sumaria que, en un corto plazo, dé cuenta de los procesos de aseguramiento de la calidad que se siguieron en el desarrollo de las actividades de graduación mencionadas y que determine las eventuales responsabilidades administrativas que correspondan, conforme con la normativa legal y reglamentaria vigente”.
El comité que analizó las tesis señaló en su informe que “no se considera los derechos del niño” en esos trabajos. Y añadió: “Si bien hay referencias generales a algunos de los aspectos discutibles de la pedofilia, los textos en análisis no incorporan la evidencia contrapuesta a las posturas que defienden”.
La instancia recomendó a la universidad, entre otras materias, “implementar celosamente la aplicación de las políticas y disposiciones vigentes sobre el desarrollo de tesis de postgrado y trabajos de titulación de pregrado, en cuanto a todo trabajo académico, independiente de su naturaleza”.