Luego de seis meses y 15 días, el abogado penalista Waldo Bown finalizó la investigación previa en contra del fallecido sacerdote y excapellán del Hogar de Cristo, Renato Poblete, por eventuales abusos sexuales, y el viernes pasado le entregó el informe al provincial de la Compañía de Jesús, Cristián del Campo . El trabajo se lo encargó la misma congregación, el pasado 12 de enero.
Se espera que hoy, a las 15.30 horas y mediante una conferencia de prensa, los jesuitas informen sobre las principales conclusiones de la indagatoria realizada por Bown. Hoy, durante toda la mañana, la orden entregó detalles del informe a las presuntas víctimas de Poblete.
El primer caso de eventuales delitos sexuales cometidos por el religioso se conoció públicamente el pasado 17 de enero, cuando los jesuitas informaron -mediante un comunicado de prensa- que habían recibido una denuncia contra Poblete por "presuntos abusos sexuales, de poder y de conciencia".
La acusación había sido presentada a través de la Comisión de Escucha, encargada por el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y se refería a hechos ocurridos entre 1985 y 1993. Más tarde se supo que la denunciante era Marcela Aranda, académica de la Universidad Católica, quien dijo que habría tenido 19 o 20 años al momento de los ilícitos.
Ese fue el punto de partida de una investigación que, según conocedores, hoy suma más de 15 denunciantes mujeres, quienes aseguran que Poblete abusó de ellas, de una u otra forma, con menor y mayor gravedad. Todas señalaron que los hechos ocurrieron en la Región Metropolitana.
Todas, salvo Aranda, se han comunicado directamente con Bown, a través de su correo o teléfono. De hecho, esa fue la vía que implementó la Compañía de Jesús. Con Aranda fue distinto: primero ella se reunió con el provincial de la congregación, Cristián del Campo, y luego con Bown, quien le tomó declaración.
Entre las diligencias, Bown realizó vistas a lugares identificados por las denunciantes, donde incluso tomó fotos; recopiló documentos a través de requerimientos de información a instituciones ligadas a la Iglesia, para establecer fechas y otros detalles; y tomó declaraciones a más de 80 testigos, entre laicos y religiosos, además de entrevistas a las denunciantes.
"Él me llevaba donde otros hombres, que eran amigos de él, para que me violaran y me pegaran por turnos mientras él miraba", dijo Marcela Aranda en una entrevista a Ahora Noticias, en abril pasado.
El provincial de los jesuitas podría enviar el informe a Roma, si considera que existe fundamento.