Acusa que teme por su vida: imputado por megafraude tributario denuncia homofobia en Capitán Yáber y traslado ilegal a Santiago 1
José Antonio Pavez Canessa advierte que, infringiendo una disposición judicial, Gendarmería lo llevó nuevamente a Santiago 1, donde enfrentó crudas amenazas en 2024. Asegura que todo se habría producido tras enfrentarse con un exgendarme que cumple condena por tortura.

El principal imputado en el caso conocido como “megafraude tributario”, José Antonio Pavez Canessa, atraviesa momentos complejos en el marco del cumplimiento de su prisión preventiva. Y es que si bien a inicios de este año ya había denunciado situaciones de discriminación y homofobia al interior del anexo penitenciario Capitán Yáber, donde permanecía, ahora advirtió que la situación escaló a un punto que no puede manejar.
Por medio de una carta a la que tuvo acceso La Tercera, el imputado por haber emitido 100 mil facturas falsas alerta sobre su traslado injustificado e ilegal a Santiago 1, situación que vulneraría la determinación judicial que ordenó su ingreso a las dependencias donde, por ejemplo, también se encuentra el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve y el abogado Luis Hermosilla.
“Hoy miércoles 16 de abril, después de las 17.00, ingresó un teniente del Repas para trasladarme a Santiago 1 por mi condición sexual. La orden la firmó la directora regional Metropolitana y la suboficial jefa de Control Penitenciario, indicando que por mi condición de gay, no puedo estar en el Anexo Capitán Yáber (...) Me negué al traslado, pero se me indicó que si no era por las buenas sería por las malas”, relata en el escrito de ocho carillas escrito a mano.
En la misma misiva Pavez Canessa asegura que, en el momento en que se ejecutó la orden, se le negó hacer llamadas telefónicas, hablar con el alcaide de la unidad y también tomar contacto con su familia. “Solicité que me entregaran mis remedios del tratamiento psiquiátrico que tengo por la depresión. Se constató si tenía algunas lesiones, pero no me entregaron mis medicamentos. Recogí mis cosas en la guardia y se me trasladó. Cuando me informan, todos (los demás interno) querían averiguar qué pasaba, pero los encerraron en el comedor para que no se acercaran al procedimiento”, añade.
El imputado, como también recuerda en el escrito, permanecía en Capitán Yáber por disposición del juez Fernando Guzmán, quien el 17 de julio de 2024 accedió a lo solicitado por su defensa y, “por razones de seguridad y arraigo familiar”, ordenó el traslado desde Santiago 1. En ese recinto, como se enfatizó en su momento, había sido objeto de amenazas de muerte y de otras situaciones que hacían presumir que su integridad podía correr peligro.
Por lo mismo, en su reciente carta Pavez Canessa recalca que se están vulnerando disposiciones que están por encima de cuestiones “administrativas” que pueda resolver Gendarmería.
“Me llevaron a los calabozos de traslado y se me ingresó a Santiago 1, se me volvió a constatar lesiones y el doctor no podría creer que me estuvieran devolviendo acá, donde hablaron de asesinarme. Gendarmería lo sabe, pero se me ingresó unilateralmente. El fiscal hace oídos sordos. Me entraron a un calabozo con todos los ingresos, con mucho frío, mis cosas quedaron en clasificación. Solicité amablemente mi ropa, pedí que me llevaran al módulo 38, pero se negaron. Me llevaron al módulo 2, en el segundo piso, sin colchón, sin luz, sin agua, todo defecado, con chinches, arañas, baratas, sin ventanas, en condiciones inhumanas”, asegura en el documento.
La hipótesis que tienen desde el entorno de Pavez Canessa, es que quien estaría tras esta acción que consideran injustificada, podría ser Miguel Carrasco (49), un exsuboficial de Gendarmería condenado en 2023 por torturas a un interno en el Centro de Detención Preventiva Santiago Sur en 2020. Con él fue que en enero se produjo un altercado, donde incluso el otrora funcionario lo trató de “maricón” y vociferaba que, “hasta cuándo hay que soportar a este maricón culiao”.
A juicio del imputado, el hecho de haber denunciado al mencionado condenado por Ley Zamudio gatilló la situación. “Por denunciar soy un problema, por denunciar se me traslada, por denunciar a un abusador de derechos humanos protegido por su institución (...) Se me castilla por denunciar, se me traslada sin aviso, sin ser notificado, atropellaron todos mis derechos, por ser diferente se me castilla, por ser distinto, existiendo un fallo de un tribunal”, sostiene.
De igual forma, insiste en que ahora, teme por su vida. Asegura que, estando en Santiago 1, teme que intenten asesinarlo y que se simule cualquier accidente para intentar justificar lo que pudiera ocurrirle. Manifiesta que hay interesados en pagar para que muera, por lo que ahora desde su defensa están analizando una serie de acciones no sólo para que se retrotraiga el traslado, sino que también se dispongan otra serie de medidas.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.