Fue la noche del 12 de marzo del año pasado, tras un extenso debate, el día en que el monumento público del general Manuel Baquedano fue retirado del sector de Plaza Italia. La homónima plaza donde se ubicaba desde 1928 fue el epicentro de las manifestaciones desatadas tras el estallido social, por lo que las constantes vandalizaciones que sufrió la obra exigían una urgente restauración.
Ha pasado más de un año de su salida, pero el general y su caballo Diamante (obra hecha en bronce por el escultor Virginio Arias) ya se encuentran restaurados, gracias al trabajo del taller de esculturas Montes Becker, que fue supervisado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y el Servicio Nacional de Restauración y Conservación.
Por eso, el 4 de marzo de este año el Ejército envió una carta de intenciones al CMN, donde le solicitaba autorizar el traslado de la estatua al Museo Histórico y Militar, lo que 20 días más tarde obtuvo una respuesta positiva.
“El Ejército solicitó al Consejo de Monumentos Nacionales el traslado temporal de una parte del grupo escultórico del monumento ecuestre del general Baquedano al Museo Histórico y Militar de Chile (MHM), con el fin de exponer una muestra histórica de su construcción, su proceso de restauración, como también una reseña de la vida del Gral. Manuel Baquedano”, explica la dirección de comunicación estratégica de la institución.
Y continúan: “Derivado de ello, el 23 de marzo de 2022 se recibe la respuesta por parte del Consejo de Monumentos, ofreciendo apoyo técnico para desarrollar un eventual nuevo proyecto de traslado temporal, a fin de incorporar otros antecedentes para finalmente adoptar una decisión informada, lo que se encuentra en proceso de coordinación”.
Aunque su traslado es temporal, el retorno al sector de Plaza Italia es algo que, por ahora, no se prevé. La subsecretaria de Patrimonio Cultural, Paulina Soto, reconoce que en la sesión del 20 de octubre del año pasado, “el CMN estableció que la futura reinstalación del monumento y sus componentes sería materia de un acuerdo expreso del mismo”.
Soto, además, entrega detalles de cómo se están gestando las tratativas para su traslado al Museo Histórico y Militar. “La Secretaría Técnica del CMN propuso ofrecer al Ejército el apoyo técnico para el posible traslado de la escultura ecuestre. Los consejeros acordaron en esa ocasión (en marzo de este año) trabajar con el Ejército en las condiciones para el traslado, abordando sus distintos alcances, y apoyar en la elaboración de un expediente y propuesta que incorpore y aborde los diferentes ámbitos a considerar”.
Ahora, según cuenta la académica, el último paso para trasladar al general Baquedano desde Cerrillos hasta el museo estaría en manos del propio Ejército. “La propuesta aún no se ha recibido, pero la Secretaría Técnica del CMN ha reafirmado su disponibilidad a apoyar su elaboración, la que debe contener aspectos tales como forma de traslado, diseño de exposición, compromiso de temporalidad del traslado, entre otros”.
Un monumento que incomoda
Ya se inició un plan de intervención para el “Eje Baquedano” que se está desarrollando a través de una mesa interministerial, a cargo de la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana. Sin embargo, aún no hay claridad del paradero final del monumento.
Según adelantó La Tercera, entre las acciones que se contemplan para este plan -que aún no cuenta con fecha de inicio- están, primero, reponer la luminaria, la recuperación de fachadas, el mejoramiento vial, la instalación de mobiliario urbano y todo lo que tenga que ver con la reparación de estética de lo público. Una vez que eso se concrete se pretenden impulsar obras de teatro y una amplia oferta cultural.
Esta última iniciativa estará a cargo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Y según contaron desde la Delegación Presidencial, el proyecto “involucra tres iniciativas: Museo a Cielo Abierto, Ruta Cultural Segura y Programación Comunitaria, destinadas a la resignificación del espacio en el eje de Plaza Dignidad y Lastarria”.
A su vez, se levantará una estrategia “situacional en zonas específicas de barrios comerciales” para disponer de un servicio focalizado y permanente en seguridad.
Definir si el general Baquedano retornará en algún momento al lugar que ocupó por 93 años es algo que incomoda. La Tercera quiso conocer la postura de la delegada presidencial de la RM, Constanza Martínez, sobre un eventual retorno o reubicación definitiva del monumento, pero no obtuvo respuestas.
Además, la Ley 17.288, sobre Monumentos Nacionales, otorga a los municipios la responsabilidad de la mantención de los monumentos en espacio público, y a los delegados presidenciales y gobernadores la de velar por el buen estado de conservación de estos. Por eso, también se consultó al municipio de Providencia y a la Gobernación Regional su postura frente al regreso del general a la Plaza Baquedano, pero declinaron referirse al respecto.
Un grupo de parlamentarios de derecha, en cambio, le hizo la misma pregunta a la ministra de Defensa, Maya Fernández. En un oficio enviado el 9 de junio pasado, le preguntaron explícitamente por el estado de avance de la restauración del monumento y los costos en que han incurrido y cuándo estará listo, además de solicitarle información sobre la fecha de retorno a la plaza que lleva su nombre, “como un acto de homenaje a la chilenidad y de tributo a las personas que participaron en la Guerra del Pacífico”. Aún no hay respuesta.
Repensar el espacio
Solo en la Región Metropolitana, según el Catastro para la Recuperación Patrimonial, realizado por el CMN en 2020, en la Región Metropolitana se vandalizaron 88 estatuas o bustos (monumentos públicos), 413 en todo el país.
Y aunque puede que el monumento ecuestre del general Baquedano, como varios otros, nunca retorne a su lugar original, hay quienes no miran eso con malos ojos. El colectivo Monumentos Incómodos, una agrupación que desde el 18 de octubre de 2019 comenzó a observar cómo la sociedad entregó nuevos significados a los distintos monumentos públicos, es uno de ellos.
Son un grupo multidisciplinario que tuvo su gran aparición en un llamado a concurso para el Pabellón Chileno de la Bienal de Arquitectura de Venecia, en 2020, cuando propusieron un debate ciudadano para decidir cómo se conviviría desde ese momento con los monumentos dañados. Su propuesta fue preseleccionada entre los 10 mejores a nivel nacional.
“Es importante pensar colectivamente qué pasará con este espacio (sector de Plaza Italia). Hay una necesidad por volver a convivir con él y creemos que puede ser un lugar donde pensemos permanentemente a la nación, colectivamente. Eso no quiere decir que tenga que volver el monumento (...) sino también un lugar para analizar lo que ocurrió desde el estallido social y ser un espacio vivo de reflexión”, propone Ivette Quezada, historiadora y representante del colectivo.
El estado de muchos monumentos públicos es aún una incógnita. Muchos fueron retirados por encontrarse en riesgo de derrumbe, y sus altos costos para restaurarlos -inflados tras la pandemia- han hecho que cada municipio se cuestione cómo los intervendrá, o si volverá a dejarlos en los lugares donde estaban.
Paulina Soto, la subsecretaria del Patrimonio, alienta a las comunidades a decidirlo. “En algunos casos, quizá sea adecuada una mayor participación ciudadana para determinar si ciertos monumentos son o no representativos de las comunidades”.