“Dinámicas de movilidades fronterizas en el extremo norte de Chile - 2020” se titula un informe que publicó el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), con motivo de que este viernes se conmemora el Día Internacional del Migrante, instituido por la ONU.
La investigación se centra en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, donde se analiza la situación de la migración en ambas regiones en el marco de la crisis del Covid-19. También se abordan los resultados de las medidas migratorias implementadas por el gobierno de Chile desde 2018. El análisis se basa en cifras solicitadas por Ley de Transparencia a organismos públicos y en su propia experiencia en la zona.
Los resultados muestran que los flujos migratorios hacia Chile bajaron: en 2019 los ingresos de extranjeros disminuyeron en un 12% con relación a 2018. “Si comparamos los ingresos entre enero y septiembre 2019 con los del mismo período 2020, estos disminuyeron en un 66%”, dice el reporte.
El servicio planteó su preocupación debido a que “los ingresos por pasos no habilitados se han incrementado: entre enero 2018 y septiembre 2020 se concentra el 61% de los notificados desde 2010 (...). Y en los tres primeros trimestres de 2020 los ingresos por pasos no habilitados totales ascendieron a 6.765; el 72% de ellos (4.226) corresponde a personas venezolanas”.
El informe, además, señala que “en un contexto de crisis humanitaria, llama la atención la disminución en la cantidad de personas que han ingresado al país señalando que solicitarán refugio, siendo 16.900 el primer semestre de 2019, 33 el segundo semestre de ese año y solo cuatro entre enero y septiembre de 2020”.
El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, sostiene que son dos los fenómenos coyunturales que habrían incidido en el incremento de ingreso por pasos no habilitados. “Las cifras indican que en su mayoría de trata de ciudadanos venezolanos, producto de las crisis social y política que vive su país. Lo que hizo Chile es establecer las visas consulares, las cuales se deben solicitar. Y otro fenómeno ha sido la crisis sanitaria por el Covid-19 y los cierres de fronteras (...). Lo que hace Chile, con la nueva Ley de Migración, es mejorar el ordenamiento del sector, reconociendo el valor e importancia de su presencia, y asegurándole todos sus derechos”, señaló la autoridad.
Respecto del estudio, el director de Extranjería, Álvaro Bellolio, explicó que “la irregularidad global ha disminuido de forma importante con los visados consulares. Los ingresos clandestinos son preocupantes, pero no significa que haya que eliminar visados o darles visa a todos”. Añadió que en el marco de la nueva Ley de Migración, los extranjeros deberán pedir la visa de residencia fuera del país e ingresar con RUT: “Es la mejor medida para hacerse cargo del tema en forma humanitaria, pero sin ser irresponsables”.