En un punto de prensa, y con una taza en la mano, Alfredo Moreno, ministro de Obras Públicas, y Harry Jürgensen, intendente de Los Lagos, probaban el domingo recién pasado el agua de Osorno. ¿La finalidad?, mostrar que el líquido sí podía ser consumido. "Todos los análisis realizados en el Instituto de Salud Pública han determinado que el agua es potable", decía hoy a La Tercera la máxima autoridad regional.
Sin embargo, la confianza de la población de Osorno pareciera que aún no se restablece. "Algunos no quieren consumir agua, siguen consultando si es potable. Hay gente que llama para acá (la alcaldía). Todavía pasan personas a retirar agua a los estanques y llena sus bidones", señaló Jaime Bertin, alcalde de la comuna.
La autoridad comunal informó que se está evaluando hasta cuándo mantener los 90 puntos de abastecimiento: "Los vamos a dejar hasta que sea necesario. Cuando la gente no los ocupe los vamos a retirar".
Daniela Pesce, psicóloga especialista para intervención en crisis del Centro de Estudios y Promoción del Buen Trato UC, explicó que la situación ocurrida en Osorno "tiene que ver más con la incertidumbre y con el poco o nada de control que la población tuvo durante muchos más días de los que se pensaba".
A eso, la experta agregó que "una vez que la confianza se rompe, de manera natural y como una forma adaptativa de protección, las comunidades dudan de todo, se ponen hipersensibles a la veracidad de la información".
Por su parte, el intendente Jürgensen dijo que si bien "el agua está restablecida, hay un sobreconsumo que al parecer no solo es producto de guardar agua, sino que también puede ser producto de que se deja corriendo".
La autoridad regional entregó cifras que obtuvo de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, en las que se muestra un desbalance "cercano a los 200 litros por segundo, lo que complejiza la reposición de las reservas. Puede ser un efecto de desconfianza y quizás equivocadamente un efecto de castigo a la planta sanitaria".
A eso, el intendente agregó que en este periodo del año la comuna consume un promedio de 340 litros por segundo y actualmente se están utilizando 500 litros por segundo. "Según los antecedentes que tenemos, la planta no tiene capacidad", señaló.