Leonarda Villalobos lleva diez días en prisión preventiva en el Centro Penitenciario Femenino de San Miguel, luego que la jueza Mariana Leyton del 4° Juzgado de Garantía de Santiago estableciera esta cautelar para la abogada y para Luis Hermosilla, ambos formalizados por delitos tributarios, soborno y lavado de activos, en el macro del Caso Audio.
Ayer jueves, Villalobos y su defensa, la abogada Alejandra Borda, mantenían la esperanza de que la medida fuera revocada en la revisión de cautelares, sin embargo, la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó la solicitud para modificar la prisión preventiva, por lo que la profesional se mantendrá tras las rejas.
Entre sus argumentos para solicitar la modificación de la cautelar, la abogada Borda se refirió a las condiciones en las que vive su representada en la cárcel de mujeres, acusando que existe hacinamiento en el módulo, pocos baños y que la única ducha que funciona no tiene agua caliente.
En su exposición Borda señaló que Villalobos se encuentra en el módulo 2, sector que tiene seis celdas, “idealmente pensadas para cuatro internas cada una”.
La abogada se encuentra compartiendo celda con otras cuatro personas, ninguna de las cuales está ahí por delitos económicos. Según argumentó Borda, “no existe esta clasificación de delitos económicos de baja peligrosidad”, señalando que, por ejemplo, una de las reclusas está por un delito relacionado con tráfico de drogas y otra por parricidio.
En cuanto a las condiciones de infraestructura, Borda señaló que conviven 25 mujeres en el módulo, quienes comparten un baño que cuenta con tres inodoros, de los cuales “funcionan dos”. Además, la profesional aseguró que las tazas “no tienen ni siquiera tapa, son solo tazas”.
En el baño existen también tres duchas, “donde funcionan una”, según Borda, la que, además, “tiene agua fría”. “En este momento, entonces, hay 25 mujeres en ese módulo que están compartiendo una ducha y dos tazas”, sostuvo la abogada.
Por otra parte, acusó que el lugar “ni siquiera” tiene aisladores de sonido, en caso que su defendida se quisiera distraer de la música, puesto que -según indicó- hay internas que que escuchan “reggaetón todo el día” con un volumen alto “de la mañana a la noche”.
Además, la abogada deslizó el engorroso proceso que contemplaría, por ejemplo, llevarle un libro a su clienta. “Traté de llevarle un libro”, señaló, agregando que por protocolo las internas “tienen que solicitarlo el día martes, señalar el autor, el título del libro, de qué se trata el libro”.
Todo lo anterior Borda lo comparó con la situación en el anexo Penitenciario Capitán Yáber, donde se encuentra recluido Luis Hermosilla. El recinto ubicado en Santiago centro es un centro de confinamiento para reos de baja peligrosidad, donde llegan -entre otros- detenidos por delitos ‘de cuello y corbata’.
Borda argumentó que en Capitán Yáber hay una “biblioteca, mesa de pool, mesa de pin pon. Son piezas de 4x4. O sea, hay lugares donde ni las familias de este país tienen”, expresó.
En ese sentido, la bogada acusó que Villalobos, “por ser mujer, porque no existe otra razón, por ser mujer, está en una cárcel común, con internas de todo tipo de peligrosidad, siendo sometida a una serie de riesgos”.
Sobre este último punto, la profesional aseguró que Villalobos ha recibido amenazas dentro del centro penitenciario, señalando que incluso la interna va “a lavarse los dientes acompañada”.
“El lugar donde está, está en una abierta situación de desigualdad respecto de los otros miembros del mismo proceso, de la misma legislación, que en la misma realidad y por los mismos delitos”, sostuvo.
Si bien, la Corte de Apelaciones no revocó la prisión preventiva para Villalobos, se instruyó que el alcaide de la cárcel de San Miguel deberá adoptar medidas.