Infracciones pesqueras, falencias en materia de infraestructura y sumarios sanitarios. Estas son solo parte de las sanciones que el operador a cargo del Terminal Pesquero Metropolitano ha recibido durante sus 20 años de funcionamiento en el sector, una situación que ha mantenido la tensión en el sector pesquero y, sobre todo, de los principales locatarios emplazados en el terminal de Américo Vespucio Sur 1500, Lo Espejo.

Tales puntos, incluso, fueron parte de los argumentos que el Ministerio de Bienes Nacionales (MBN) -dueño oficial del inmueble- tomó en consideración, según cuentan conocedores de la decisión, para no renovar el contrato que permitía a la fundación Mercamar ser el administrador legal desde 2003, contando así con la facultad de contratar a operadores externos encargados del arriendo de locales y la contratación de trabajadores, entre otros. Así, el pasado 30 de septiembre la expiración legal del contrato dio paso a una reorganización de la sede pesquera que desde ahora contará con una administración y operación directa de los propios pequeños empresarios los que, en su mayoría, se han mantenido por mucho tiempo ahí.

Durante gran parte de estos 20 años hemos tenido un sentimiento de disconformidad y abuso por parte de la entonces administración hacia nosotros. No se cumplía con los términos mínimos de los contratos de arriendo, no nos brindaban equipos de seguridad, incluso la infraestructura del terminal estaba en decadencia. Hubo una desconfianza que nunca se subsanó. Por eso como gremios nos levantamos, coordinamos un proyecto con Bienes Nacionales para buscar ser nosotros los nuevos administradores del sector. Este es nuestro hogar, lo conocemos mejor que nadie. Luego de un año de trabajo, ese objetivo se logró”, comenta a La Tercera la presidenta de la Asociación Gremial del Terminal Pesquero Metropolitano, Henie Bustos.

Las conversaciones entre los gremios y el ministerio comenzaron en 2022, durante la administración de la entonces ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro. Los primeros acercamientos se dieron con el Seremi de Bienes Nacionales de la RM, Andrés Hidalgo, quien desde abril del año pasado se comprometió en un trabajo de recopilación de información sobre el terminal, su administración, funcionamiento, objetivos y proyectos con el fin de contar con los insumos suficientes para decidir el futuro del sector. Aunque conocedores del tema aseveran que no fue un trabajo fácil: el terminal mantenía distintas multas e infracciones, fue detectado contrabando de productos y ciertas irregularidades con el Servicio de Impuestos Internos.

Por ejemplo, solo desde 2017 a la fecha la sociedad acumuló 31 sumarios sanitarios que significaron multas por 4.955 UTM. A esto se suman denuncias por infracciones y cinco delitos constatados por Sernapesca durante junio de 2023 vinculados al tipo penal de falta de Acreditación de Origen Legal de recursos en sobreexplotación. Mientras que entre 2017 y 2023 se han generado tres procesos judiciales iniciados por denuncia del Sernapesca, por delitos de amenazas, respecto de las cuales dos fueron suspendidas condicionalmente, y un tercero sigue en investigación desformalizada por parte del Ministerio Público.

Como sea, la Seremi de Bienes Nacionales de la RM, la Asociación Gremial y locatarios trabajaron en un proyecto de desarrollo, modernización y promoción del terminal que fue aceptado por la actual ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, y que el pasado 1 de octubre inició su puesta en marcha. Además, la administración del terminal pasó a manos de la asociación de locatarios por un plazo de seis meses, luego de que el ministerio entregara un permiso de uso gratuito con posibilidad de renovación.

“Dar luz verde a la propuesta presentada por la comunidad del terminal en mi gestión está permitiendo hacer un cambio de administración ordenado y los locatarios y locatarias hasta ahora lo han mantenido funcionando impecable y con normalidad. Hay que confiar más en los que saben. Ese es nuestro objetivo con este diseño, que además considera la construcción de una relación público-privada sumamente necesaria para sostener el esfuerzo que hacen a diario los y las comerciantes de distinto tamaño que están en el recinto”, expresa la ministra.

Desde su construcción en 1996, el Terminal Pesquero Metropolitano ha sido posicionado como el centro de acopio más importante a nivel nacional. Y es que solo en la sede de la RM trabajan cerca de 144 locatarios (122 mayoristas y 22 minoristas) que a diario reciben a más de mil clientes, además de abastecer a regiones de Arica a Magallanes. Mientras que la asociación gremial es responsable del 70% de las transacciones de los productos de este mercado.

“Aquí convive un mundo propio, porque no todo son locales ligados a la pesca. Contamos con servicios de salud, locales con artículos de ferretería, cocinerías, entre otros. Como trabajamos principalmente de noche debemos tener a mano lo necesario paar subsanar cualquier necesidad”, menciona Bustos.

El seremi de Bienes Nacionales recalcó que la transición a la nueva administración del terminal pesquero no se traducirá en un cambio de exigencias hacia los trabajadores, sino que al contrario se seguirán colocnado extándares que se deberán ir cumpliendo durante los próximos meses. “Nosotros estamos seguros de que la mejoría de los estándares afectará positivamente la calidad de toda la cadena de valor del sector pesca que es 90% pesca artesanal. Una mejora en la infarestructura, seguridad y salubridad ayudará a una mejor atención a los consumidores y venta para los locatarios”.

Terminal Pesquero Metropolitano. Céditos: Ministerio de Bienes Nacionales.