Al menos un 38% de los fallecidos por Covid-19 no recibió tratamientos que contemplaran un esfuerzo médico

Providencia.

Según el reporte de hoy, son 105 las personas que han muerto por coronavirus en el país. A la mayoría se les aplicaron medidas compasivas, decisión que se toma por lo grave de las enfermedades crónicas con las que llegan los pacientes, en acuerdo con la familia.


La primera muerte registrada en nuestro país, asociada al coronavirus, ocurrió el 21 de marzo. En esa ocasión las autoridades informaron el deceso de una mujer de 83 años, postrada en Renca, quien no recibió tratamientos que implicaran un esfuerzo médico invasivo, como el ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UTI), ni conexión a un ventilador mecánico, dado que presentaba enfermedades crónicas muy riesgosas.

Este tipo de cuidados, sería a la larga, la manera más frecuente de tratar a los enfermos con más riesgos de fallecimiento por el coronavirus, según dan cuentas los reportes diarios del Ministerio de Salud, y que La Tercera analizó, desde el 21 de marzo hasta hoy.

En total, son 105 las personas fallecidas por el Covid-19, de las cuales 40 recibieron un tratamiento compasivo, representando un 38% de los casos. Diez fueron auxiliados con esfuerzos médicos intensivos, representando un 10% de los casos; y, 55 aparecen sin información, pues no se detalló qué tratamiento se aplicó.

El primer fallecido que recibió un tratamiento que implicó aplicar medidas de cuidado, como conexión a respirador mecánico y otras medidas, fue el 26 de marzo. Era un hombre de 80 años de Talcahuano, según explicó esa vez el ministro de Salud, Jaime Mañalich, "sería el primer caso en que en realidad, en el cual que a pesar de haber hecho todos los esfuerzos por sacarlo adelante desde un punto de vista médico, conexión a respirador, ventilación mecánica, el paciente falleció a consecuencia de la infección por coronavirus, a diferencia de los casos anteriores, en que eran pacientes con enfermedades graves, terminales, en los cuales no se hicieron esfuerzos terapéuticos máximos, porque así estaba acordado con su familia y su equipo tratante”.

En la mayoría de los casos en que no se aplican esfuerzos médicos de consideración para tratar al enfermo, se trata de personas con un perfil de riesgo grave. Por ejemplo, el 5 de abril, en Ñuble, falleció un contagiado de 80 años, con estado avanzado de demencia, que no fue sometido a tratamiento invasivo.

María Teresa Valenzuela, miembro de la comisión asesora del gobierno para el Covid-19, explicó que quienes han recibido tratamientos compasivos “han sido personas que han decido recibir el cuidado en su casa, no tiene que ver con falta de capacidad de respuesta de equipamientos médicos, ni que nos hayan podido ser recibidos en las unidades de cuidado. Son casos, en su mayoría, de personas mayores de 80 años, con enfermedades crónicas, como alzheimer, y problemas de salud importante".

De acuerdo al último reporte del gobierno de esta jornada, el 76,19 % de los fallecidos por cornavirus tenía más de 70 años, es decir, el grupo de más riesgo para enfrentar las complicaciones de la pandemia.

Sofía Salas, profesora del Centro de Bioética de la Facultad de Medicina de la U. del Desarrollo y miembro del Departamento de Ética del Colegio Médico, explica que el manejo compasivo de los pacientes se define como “adecuar el esfuerzo terapéutico para proporcionar cuidados que mejoren la etapa final de la vida, sabiendo que no van a sanar, pero que sí van a estar cuidados”.

Salas da como ejemplo que quizás una persona “no va a ingresar a ventilación mecánica porque su pronóstico es muy malo, pero no se le puede abandonar. Igual requiere que se manejen síntomas como falta de aire o puede que necesite morfina”.

Pedro Pérez, médico internista y académico de la Facultad de Medicina de la U. Católica, añade que “la decisión de que un paciente vaya a manejo paliativo es compleja y no depende solamente del personal de la salud, sino que se conversa con el paciente y la familia. Cuando hay personas con enfermedades de base que son avanzadas y complejas como cáncer por ejemplo, sabemos que una infección pulmonar grave, va a terminar con el deceso del paciente. Por eso, se discute qué tratamiento es el adecuado para un desenlace positivo y qué intervenciones serán razonables. Así, se toman las medidas para que la persona no tenga dolor o esté angustiado”.

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