La reciente cancelación del millonario proyecto Alameda-Providencia, lanzado en 2015 con la idea de realizar una profunda transformación en 13 km del eje más importante de Santiago, levantó la pregunta sobre el estado actual de esta vía estructural capitalina.
El diagnóstico, según usuarios que recorren estas avenidas a diario y quienes laboran en sus entorno, muestra numerosos puntos negativos. Calles sin espacio para circular, atochamientos, ciclovías "ciegas" y áreas verdes descuidadas o derechamente inexistentes forman parte del escenario.
Los "tacos" de Pajaritos
El Nudo Pajaritos, la principal "puerta de entrada" a Santiago desde Valparaíso y el litoral central, también concentra a quienes se trasladan desde la zona poniente de la capital. El sector se convierte en escenario habitual de gran congestión en las horas punta. "Es poco expedito", explica Sergio Aguayo, quien vive en Las Rejas y una vez a la semana debe trasladarse al hospital de Maipú. "Para llegar a las 10.30 tengo que salir a las 8 dela mañana, o si no, no llego", se queja.
Según el proyecto Alameda-Providencia, el actual entrecruzamiento de avenidas iba a ser reemplazado por dos túneles y la creación de una plaza de agua de grandes dimensiones.
Es en este nudo, conocido como "tramo 0", en el que las autoridades actuales estudian aplicar algunas mejoras, según reveló el fin de semana pasado la intendenta metropolitana, Karla Rubilar, aunque reconoció que todavía "no hay recursos para ello".
Ciclovía en Las Rejas
Otro epicentro de los "tacos" matinales se ubica en la intersección de Alameda y Av. Las Rejas. Aquí también comienza otro de los problemas más mencionados por los usuarios: el masivo comercio ambulante. "Aquí, en la entrada del Metro, las veredas deberían estar despejadas, pero están llenas por la gente que tiene puestos formales y los informales. Te quitan todo el espacio para pasar", explica Beatriz Soto, vecina del sector.
El otro problema grave lo sufren los ciclistas. En la calzada norte no hay ciclovía, y en la del sur hay una pista para bicicletas en la vereda, sin ningún estándar, y que además está cortada a partir de calle Los Alerces.
"Hay que subir obligadamente por la vereda, porque las micros pasan muy cerca", relata Hernán Morales, ciclista y habitante del condominio Las Palmas.
Ambulantes en E. Central
Más hacia el centro, el "paraíso" de los vendedores ambulantes se despliega en el sector de Estación Central. Cientos de comerciantes informales repletan las veredas y generan una situación "caótica" para el tránsito vehicular.
"Se achican mucho las veredas", afirma R.A., comerciante establecido en esta zona, quien por seguridad pidió resguardar su identidad debido a que, según dice, ha recibido amenazas. "Cuando salen las personas del trabajo a las 18.00 es terrible, y ahí se aprovechan los ladrones", agrega.
Otra queja presente entre quienes laboran o transitan en el sector se centra en la vegetación, o más bien a falta de ella. Según Lucian Stoll, dueño de un quiosco "acá las áreas verdes deberían estar verdes, deberían tener pasto, pero en cambio solo muestran tierra y cemento", asevera.
El alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, aborda este punto. "Debido de que se desechó el proyecto Alameda-Providencia, estamos trabajando en un proyecto para mejorar el bandejón central de la Alameda. Además, ella está dentro de un programa de recuperación de barrios patrimoniales que nos va a permitir también mejorar las veredas", asegura.
Luis Eduardo Bresciani, director de la Escuela de Arquitectura de la UC,considera que es precisamente el sector poniente de Alameda donde "es más urgente" aplicar mejoras. "Presenta los mayores déficit de espacio público y de infraestructura de transporte", enfatiza.
Plaza Italia: veredas viejas
Otro punto que iba a experimentar mejoras mediante el proyecto Alameda-Providencia era el de Plaza Baquedano. Allí, de acuerdo a la propuesta desechada, se planeaba instalar una extensa explanada peatonal dotada incluso con juegos de agua, combinada con un centro de intercambio modal para el transporte. "Las veredas son muy viejas y demasiado angostas en algunos puntos", describe un vecino, Iván Rabanal.
En un plano global, Sebastián Gray, arquitecto de la UC, asegura que la situación en el eje Alameda-Providencia no se limita a esta vía, debido al impacto que tiene en el conjunto de la ciudad, en especial sobre la gestión del transporte público. "Es la ciudad entera la afectada, porque mejorar las condiciones de movilidad a lo largo del eje Alameda-Providencia habría tenido un impacto en toda la ciudad", señala.