En cuatro meses más, Alberto Mayol cumple 10 años haciendo clases en la Universidad de Santiago (Usach).
Lo significativo de la fecha se ve ensombrecido por el proceso administrativo y judicial que tiene el académico con la casa de estudios. Presuntas irregularidades en el proceso administrativo de un posgrado en España es el origen del sumario que abrió la Usach en contra de Mayol. El fiscal del sumario recomendó al rector de la Usach destituirlo de su cargo. Algo a lo que el rector, Rodrigo Vidal, accedió.
Pero el caso también ha tenido ribetes judiciales, y es que una baja en los viáticos de su trabajo en España generó que el sociólogo recurriera a la Corte de Apelaciones de Santiago, quien acogió su recurso y declaró ilegal la disminución en los montos que debía recibir el también ex precandidato presidencial. Ahora, y ante la apelación de la universidad, será la Corte Suprema quien deberá revisar el recurso.
En la arista administrativa, hace dos semanas, el académico del Departamento de Gestión y Políticas Públicas presentó sus descargos con los cuales busca que la comisión que evalúa el caso finalmente no acoja la decisión que podría dejarlo finalmente fuera de la Facultad de Administración y Economía de la Usach. Este proceso, sostiene, es algo que creía posible: “Ha sido historia larga y, por tanto, no tenía claro qué iba a pasar, pero la probabilidad de contar con malas noticias es algo que parecía probable y es bastante evidente, fundamentalmente con el actual rector Rodrigo Vidal, porque yo ya había tenido algunas situaciones complejas con él en el pasado”.
En algún momento ha hablado de persecución, a su juicio, ¿por qué la universidad abre este proceso?
Me parece evidente que hay una situación particular y otra general, porque ha habido denuncias y situaciones en la universidad respecto de otras personas que han recibido amenazas, presiones. Hubo un sumario en su momento contra el mismo Rodrigo Vidal, con la presidenta de la federación de estudiantes. En la elección anterior se amenazó a una de las decanas que estaba muy cerca de uno de los candidatos en competencia contra Vidal. Ha habido un historial de situaciones delicadas y dentro de eso yo mismo recibí una amenaza por parte de Vidal en la elección a rector anterior. Entonces la situación en general tiene más casos, hay más situaciones en la universidad y es delicado como tema.
¿Pero en su caso particular?
Por mi lado, simplemente me parecía bastante evidente este largo historial de situaciones conflictivas con él, con la gente que lo rodea, y me parecía obvio que iba a ocurrir algo.
¿Y por qué existiría, según usted, esta persecución en tu contra?
A mí el rector me pidió en su momento, hace muchos años, que yo lo apoyara, que me sumara a su comando. Y yo le dije que no tenía ninguna razón para cambiar mis apoyos que tenía en ese momento. Yo, por tanto, le agradecía, pero no me cambié. Después me pidieron que no perseverara con columnas de opinión respeto de la situación de la universidad, que no me metiera en este tipo de temas. Yo dije que naturalmente no recibía instrucciones del rector, que opinaba de lo que me parecía relevante, interesante y sobre todo como académico. Y entonces vinieron sucesivas situaciones más, con problemáticas, y la verdad es que se vio un escenario entonces bastante complejo, porque aparentemente él y su sector consideraban que yo era un obstáculo, en parte, para su desarrollo.
Cuando se conoció la resolución del sumario usted apuntó a temas políticos, incluso mencionó a Revolución Democrática...
Es que aquí hay una cosa que es evidente. El apoyo político del rector para llegar a serlo es Revolución Democrática. RD en sólo seis meses que estuve en política me hicieron dos procedimientos con juicios sumarios. Entonces, obviamente, me parece que con dos escenas previas tengo que hacer la suma. Y, además, obviamente están los comentarios de pasillo de la universidad de los mismos estudiantes, muchos del mundo de RD, que te contactan y te dicen ‘oye, mira, esto viene de acá’. Entonces, la verdad yo no puedo al respecto decir otra cosa, me parece que es bastante evidente que hay una situación política que no es descartable.
¿Qué más le hace pensar en eso?
El primer juicio que me hicieron en el Frente Amplio decía que yo no podía ser candidato en ninguna parte del país, eso era todo lo que les importaba, por faltas a la ética. Y resulta que esta sanción de destitución tiene la misma consecuencia, que yo no puedo ser candidato a nada. A mí no me están echando, me están destituyendo. Es lo mismo que una acusación constitucional, estás cinco años sin poder ser funcionario público.
A su juicio, ¿el objetivo de todo esto entonces es para que no sea candidato?
No, yo digo simplemente que es evidente que hay algo extraño en un proceso tan altisonante y exagerado. Por de pronto, yo no he sido el que ha enviado a prensa ninguna información sobre el proceso institucional, eso ha salido del lado de ellos. Me parece que ellos son los que quieren hacer un escándalo, dañar mi reputación. En el recurso de protección que yo interpuse anteriormente en la apelación, ellos dicen cosas espantosas, como que hay enriquecimiento ilícito, y yo estoy demandando porque no me han pagado. Las situaciones son todas bastante ridículas y muy altisonantes, yo me pregunto si eso está escrito para que lo vea el tribunal o la prensa.
Uno de los argumentos para iniciar el sumario es que incumplió la rendición de la fianza de tu posgrado, ¿qué sostiene usted respecto de aquello?
Eso es absurdo, porque todo el tema es que cuando uno viaja, tiene que solicitar un seguro que avale todo el procedimiento, eso está hecho. Segundo, yo hice mi rendición de gastos, no tuve gastos por rendir. Lo que yo tuve fue un viático, el cual no se rinde por definición. Pero por de pronto, para que yo pudiera tendría que ocurrir que me pagasen el viático, que no lo han pagado, entonces cómo podría existir esa falta. Eso habla de una orientación a buscar involucrar temas de dineros, porque estos son los que naturalmente son los más graves y, por lo tanto, facilitan que debiera haber destitución.
También denuncian que hizo un cambio no autorizado en su programa...
Está autorizado, está firmado por las personas que pueden firmar eso, mi jefe directo del departamento, mi segundo jefe directo, el decano de la facultad, ambos autorizan y firman esa solicitud. Y si ellos me hubiesen dicho “no estás autorizado, tienes que volver a Chile”, yo tendría que haber vuelto, pero nunca dijeron.
¿Por qué realizó ese cambio?
Fue una sugerencia académica que se produjo en la universidad, eso fue todo. Yo lo hablé con el decano, que es la persona que tiene que autorizar esa primera instancia, después se abre la discusión hacia el resto de la institucionalidad y él me dijo que sí, que le parecía fantástico, y entonces ahí se fue el papel. Pero ahí lo importante es que ellos me dicen, todo el tema es que si ellos me rechazan, me dicen que está rechazado, tienes que volver y yo vuelvo, pero no hicieron eso. Me dejaron un año más allá, a sabiendas de que no iban a aprobar ni rechazar, eso no se entiende por qué hicieron eso, me dejaron un año más, pero cuando yo volví a sumarme a la universidad, misteriosamente cuando me estoy sumando, dos días entes el fiscal establece una suspensión de funciones.
¿Cómo calificaría todo el proceso?
Yo respecto a la universidad de momento no tengo nada que decir. De momento tengo una resolución de un fiscal, una resolución que toma el rector, por lo tanto, hasta el momento yo tengo eso de por medio. Tengo una serie de cosas colaterales de la universidad que eventualmente voy a judicializar, pero no puedo decir que es una cosa de carácter completamente institucional. La junta directiva, para mí gusto, es como el momento en el que yo enfrento una situación de evaluación desde la universidad propiamente tal, y en este momento me parece que es importante entonces lo que pase allí, eso me dará más claridad si esto es una cosa más de la Usach o si es una cosa más particular, un problema personal del rector, para lo cual estaría utilizando la institucionalidad, que no correspondería.
¿Pretende seguir en la universidad?
Mi plan siempre fue seguir en la universidad, evidentemente el entorno no parece muy propicio, está medio difícil. No es muy cómodo, es evidente, no me siento a gusto en este instante, porque si obviamente tienes problemas con la más alta autoridad o con la parte más burocrática, se hace muy difícil, invivible. Yo tengo una excelente experiencia, en términos académicos e investigativos, en la Usach, me siento cómodo, no tengo problemas con la universidad. Ahora, si voy a estar con la espada de Damocles encima porque al rector o a otra persona se le ocurrió que tienen que no sólo sacarme, a mí me están haciendo una destitución. Entonces es bien evidente que hay una situación extraña, y en ese contexto no sé si es muy viable que me pueda quedar, pero mi intención es quedarme.
¿Tomará alguna acción legal?
Hay una cosa central que es mi defensa frente al sumario, hay otra cosa central que son mis solicitudes que yo he cursado de que se abran investigaciones por cosas que han sido irregulares, que no se han abierto. Todo eso es parte de lo que estamos estudiando. Yo, la verdad, lo que considero que lo que aquí tiene que ocurrir es que se entienda claramente cuál fue la situación. A mí no me gusta que quede esto pantanoso o extraño. Quiero que quede claro que la universidad está actuando, en manos del rector, de una manera que, al menos, es nociva para el mundo académico. Hay un tema personal que por supuesto me afecta, pero hay un tema también de lo que es una dinámica académica, por qué vamos a estar en esto. No logro entender cuál es la idea de la universidad de estar en este tipo de problemas.