"Paz en el Instituto Nacional", "No más violencia" y "Fuera encapuchados" eran algunas de las frases que podían leerse en una serie de carteles que apoderados y alumnos del Instituto Nacional colocaron en el frontis del establecimiento, como muestra de rechazo a los violentos hechos ocurridos durante la mañana del sábado.
Según los antecedentes dados a conocer por Carabineros, mientras estudiantes de enseñanza media asistían a una jornada de clases recuperativas, cerca de una veintena de encapuchados ingresó al recinto educacional sin autorización. Para impedir su paso, docentes y alumnos comenzaron a forcejear con los encapuchados. Fue en ese contexto que estos últimos habrían rociado con bencina a una profesora y a una auxiliar de aseo.
El sostenedor del establecimiento y alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, fue uno de los primeros en condenar los hechos y aseguró que están siendo investigados por el Ministerio Público. Para el edil no hay duda en calificar la situación como un "acto terrorista": "Rociar a alguien con bencina no tiene otro fin que causar terror en la persona que está siendo amedrentada", afirmó.
Asimismo, la autoridad comunal contó que pidió a la ministra de Educación, Marcela Cubillos, la modificación de los manuales de convivencia escolar para que estos permitan la expulsión inmediata de cualquier alumno que incurra en conductas que atenten contra la sana convivencia. "Yo no digo que esto se aplique para cualquier acto que atente contra la sana convivencia, pero hay hechos que están tipificados en el Código Penal como delitos, como puede ser amenazar con un gollete, con un cuchillo o lanzar una bomba molotov", afirmó.
Sus palabras fueron respaldadas por la titular de Educación, quien admitió que "efectivamente los manuales de convivencia quedan superados con este tipo de violencia. Necesitamos contar con herramientas jurídicas eficaces que permitan proteger la seguridad de nuestros profesores y alumnos".
La vocera de gobierno, Cecilia Pérez, afirmó que presentarán una querella criminal contra quienes resulten responsables.
Ante la evidente escalada de violencia, la comunidad educativa comenzó a tomar sus propias consideraciones. Hoy el cuerpo docente sostuvo una larga reunión con el rector del liceo, Fernando Soto, para abordar la situación.
Los centros de padres también pidieron aumentar la seguridad. "Esperamos que desde el sostenedor hacia abajo tomen las medidas correspondientes, que tienen que ver con resguardo en los accesos, instalar cámaras de seguridad y solicitar el pase escolar a los alumnos para su ingreso", planteó Omar Ibaceta, director y vocero de la entidad.
En tanto, el presidente del centro de alumnos del establecimiento, Vicente Salinas, aseguró desconocer si se trata de alumnos del liceo y cuál habría sido su motivación. "Nosotros condenamos esta situación (...) obviamente este nivel de violencia nos deja a todos desconcertados pues independientemente de las diferencias que existan en la comunidad educativa, nosotros nunca pretendemos llegar a algo de estas características".