El 21 de septiembre, el Ministerio de Educación (Mineduc) y la U. de Santiago firmaron un convenio para darles continuidad en sus estudios a cerca de mil jóvenes de la U. Iberoamericana, plantel que está en proceso de cierre desde diciembre del año pasado, por su crisis financiera.
Con la firma del convenio, el ministerio dijo que se podría "impartir correctamente un semestre del año académico 2018" en estos meses. Sin embargo, el retraso en el decreto que viabilizaba el acuerdo, y que aún está en la Contraloría, impidió eso, por lo que se les notificó a los alumnos que el retorno a clases será en marzo, dando por perdido este año.
A través de una carta enviada a los estudiantes, la directora ejecutiva del convenio, Silvia Ferrada, les informó que en diciembre realizarán las matrículas y que en enero habrá un período especial de nivelación, para iniciar las clases el 11 de marzo hasta el 7 de diciembre del próximo año.
"El proceso de elaboración de esta planificación inicial no estuvo exento de complejidades y demoras, sin embargo, ya disponemos de una hoja de ruta", dijo Ferrada en el correo.
Y el jefe de la División de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, confirma que hubo inconvenientes. Según explica, la U. Iberoamericana "presentaba problemas tanto de desactualización en sus registros académicos, como de información incompleta", por lo que "el traspaso fue más lento que el esperado. Asimismo, por la fecha de la firma del convenio, los propios alumnos prefirieron comenzar el año académico en marzo de 2019".
Pero los estudiantes creen que el proceso pudo ser más rápido, considerando que el plantel está en crisis desde diciembre pasado. La vocera de los alumnos, Paz Gajardo, dice que "perdimos un año, y claramente el Estado se tiene que hacer responsable, porque no se hizo cargo del cierre de la universidad y dependemos de las autoridades. Tenemos un año perdido, de vida y de clases".
"El Mineduc nuevo no estaba interiorizado del problema de la educación superior, entonces empezó a pasar el tiempo. Nunca hubo un interés real por ayudarnos", asegura.
El convenio contempla el traspaso de $ 2 mil millones a la U. de Santiago. Se respetarán las mallas originales y el avance académico de los estudiantes, quienes egresarán con títulos de la U. Iberoamericana.