"Consideramos una irresponsabilidad política la renuncia del decano, pues da cuenta de su incapacidad para hacerse cargo de nuestras demandas". Así calificó Emilia Schnneider, vocera de toma feminista de la U. de Chile, la renuncia del ahora exdecano Davor Harasic, que fue presentada el lunes ante el rector del plantel, Ennio Vivaldi.

En una misiva de siete carillas, Harasic aseguró que su decisión es "indeclinable", postura que ha mantenido hasta el momento.

Sin embargo, la determinación le ha valido al abogado una serie de críticas, tanto de académicos como de las mismas estudiantes movilizadas, quienes aseguraron que su intención nunca fue que el decano dejara su cargo. Y añadieron que "nos preocupa que esto pueda desviar el foco de lo que es urgente hoy y de lo que la movilización ha instalado, que es la necesidad de una educación pública no sexista", aseguró la vocera.

En su historia en el plantel, Harasic siempre se mostró a favor de las movilizaciones, por eso su determinación causó sorpresa en la institución. "Él ha mirado con simpatía otras tomas. Ahora le correspondió experimentarlo en carne propia. Una vez más se cumple la profecía de Vernigaud, un girondino francés: 'La revolución devora a sus propios hijos'. Lo lamento, porque el exdecano me parece una persona valiosa y porque estudié en esa escuela", dijo a La Tercera PM el abogado y académico del plantel Joaquín García-Huidobro.

Durante esta semana se espera que las alumnas movilizadas le entreguen al rector Vivaldi un petitorio hecho de manera transversal. Este podría ser el primer paso para la apertura a un diálogo entre ambas partes. "Esto es justamente para que esta movilización nos permita conseguir transformaciones, que es lo que queremos", aseguraron las voceras de la toma de Derecho.