Alza de consultas de urgencia es atribuida a efectos de la desatención en pandemia, envejecimiento y listas de espera
En el mundo sanitario existe una creciente preocupación por el aumento en este tipo de atenciones en el sistema público: desde 2020 subieron un 45%. Esto, si bien se explica en parte porque durante el Covid-19 las personas acudían menos a los servicios, para los expertos también existen otras razones, como el agravamiento de la condición de salud de la gente por las abultadas listas de espera, mismas que le valieron la interpelación de la que este miércoles será objeto la ministra Ximena Aguilera.
Este miércoles la ministra de Salud, Ximena Aguilera, vivirá un momento clave en su gestión al enfrentar su primera interpelación en la Cámara de Diputados. El foco estará puesto en el sistema sanitario, con especial énfasis en las abultadas listas de espera, que han alcanzado cifras históricas: 2.626.369 atenciones de especialidad y 334.969 cirugías pendientes.
Un eje central de su defensa será destacar el aumento en la productividad de la red asistencial. Según el último informe enviado al Congreso por el subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado, las intervenciones quirúrgicas mayores electivas (operaciones complejas de no urgencia) aumentaron de 204.360 en los primeros nueve meses de 2020, a 396.273 en el mismo periodo de 2024. Del mismo modo, las consultas de especialidad crecieron de 3.581.153 a 6.773.219 en ese lapso.
“Desde 2022 se ha reactivado la actividad asistencial, sumando un 6% más de horas médicas y un 13% de horas odontológicas. Se optimizó la atención ambulatoria, aumentando un 23% las consultas de especialidad desde 2021 y mejorando la asistencia de pacientes mediante sistemas de contactabilidad. Además, se han puesto en marcha nuevos establecimientos y rehabilitado infraestructura, como quirófanos, cuyo rendimiento aumentó casi un 20%”, explican desde la División de Gestión de Redes Asistenciales (Digera) del Ministerio de Salud a La Tercera.
Pero en ese mismo informe hay otro dato que preocupa a los especialistas.
Entre enero y septiembre de 2020, en plena pandemia, se registraron 2.965.666 atenciones de urgencia, cifra que aumentó a 4.302.415 en el mismo periodo de 2024, lo que implica un alza del 45%.
Raúl Aguilar, investigador senior del Ipsuss de la U. San Sebastián, explica que “un grupo importante de usuarios no acude a sus controles preventivos, por lo que podríamos estar viendo los efectos de una conducta persistente”. Además, señala que este aumento podría estar relacionado con las listas de espera: “Con el aumento de los tiempos de espera para una atención las personas podrían estar buscando reducir la incertidumbre acudiendo a urgencias por una consulta no urgente, con el fin de obtener atención inmediata”.
El presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (Sochimu), Allan Mix, asegura que las cifras de la cartera sanitaria coinciden con la percepción que tienen en las salas de urgencia. Y explica que esto se puede producir por tres razones.
Primero, el especialista cuenta que “hay que considerar el efecto pandemia, porque en 2020 el número de urgencias bajó debido a que la red estaba concentrada en combatir el Covid-19. La misma crisis hizo que algunos pacientes estuvieran sin control, por lo que sus patologías empeoraron, lo que se traduce en más consultas en urgencia. Por ejemplo, hoy en urgencias diagnosticamos más cánceres avanzados de lo que hacíamos antes”.
En segundo lugar, Mix establece que “otra explicación es la migración de los pacientes de isapres a Fonasa, lo que ha aumentado la demanda”. Y es que desde 2020 que las isapres no han parado de perder afiliados. De hecho, a principios del año pasado el sistema privado totalizó 2.668.304 afiliados, su menor nivel desde diciembre de 2009, lo que representó una caída del 9,5% en doce meses.
Por último, el urgenciólogo señala que este fenómeno podría estar relacionado con el envejecimiento demográfico, ya que la población adulta requiere con mayor frecuencia de este tipo de servicios.
Consultada por La Tercera, desde la Digera dicen que “no hay un aumento significativo de las consultas de urgencia, no son diferentes a años anteriores. Así, del total de consultas a los servicios de urgencia, el 10% de las atenciones son de riesgo vital , 20% son consultas de urgencia, pero sin riesgo vital, y un 70% de los motivos de consulta espontánea de las personas son situaciones de bajo riesgo que podrían ser resueltas en forma diferida o electiva en sus centros de salud primaria”.
“Sin perjuicio de lo anterior, la urgencialización de las atenciones de salud es un fenómeno mundial de larga data y que en nuestro país no es la excepción. Lo anterior, dada la elección de las personas por consultar en urgencia para resolver en forma inmediata su problema de salud. Durante la pandemia por restricciones de circulación se disminuyó la demanda de la red de urgencia, sin embargo desde el 2022 este aumento evolucionó al alza sin llegar a valores prepandémicos”, concluyen.
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