La Fiscalía Nacional presentó este jueves el VII Informe del Observatorio del Narcotráfico del Ministerio Público, que da cuenta de una serie de hechos relacionados al crimen organizado que han venido al alza durante los últimos años.
En el texto de 211 páginas se abordan puntos como amenazas a fiscales, incautación de drogas en el extranjero que tenían como destino final Chile, grupos delictuales al interior de las cárceles, homicidios en la Macrozona Norte, entre otros.
“El Observatorio del Narcotráfico es hoy una entidad respetada a nivel nacional e internacional, premiada internacionalmente en tres oportunidades por sus trabajos de análisis, y reconocida por la Organización de Estados Americanos como parte formal de la red de observatorios de droga del continente. Creemos que su experiencia también debería iluminar el camino para que otras iniciativas similares puedan multiplicarse en cada área de la persecución penal, entregando información seria y validada que permita orientar eficazmente la toma de decisiones en las mismas”, señaló el fiscal nacional subrogante Juan Agustín Meléndez.
Amenazas a fiscales
Respecto a las amenazas a los persecutores, el texto se refiere a la situación general en el Cono Sur, recordando casos en que fiscales han sido asesinados durante este año. “El mes de mayo del 2022 fuimos testigos de cómo una amenaza que estuvo latente por años, finalmente se concretó. En menos de 30 días fueron asesinados tres fiscales en Latinoamérica. El primero de ellos, Marcelo Pecci, fiscal antidrogas del Paraguay, asesinado el 10 de mayo. Le seguiría Luz Marina Delgado, fiscal antidrogas del Ecuador, asesinada el 25 del mismo mes, y luego, Karen Almendares, fiscal de Honduras, asesinada cinco días después. A estos mártires que nos deja el crimen organizado en nuestro continente, debemos lamentablemente sumar la muerte del fiscal de Ecuador, Federico Estrella, asesinado el 15 de agosto del 2022, quien también investigaba casos de drogas”.
Ante la interrogante de si es posible que esto ocurra en nuestro país, el informe señala: “Es imposible anular por completo la posibilidad que ello ocurra, pero la despersonalización de las investigaciones penales o el cambio real de identidad y el apoyo del Estado para una eficaz protección, son temas pendientes”.
“Los fiscales son claves para la satisfacción de una demanda ciudadana por mayores acciones contra la criminalidad, que debe tener como contrapartida, la necesaria protección a quienes deben encabezarla”, se concluye.
Situación en cárceles
En otro punto se aborda la situación al interior de las cárceles chilenas. Ahí, se afirma que ha habido una disminución “muy pronunciada de los homicidios al interior de los penales”, lo que, dice la Fiscalía, es un hecho que “llama la atención”.
En números, que tienen como fuente a Gendarmería, se indica que en 2019 hubo 42 muertes, 61 en 2020, 49 en 2021 y 7 en 2022.
Este hecho se explicaría, según Gendarmería, debido a que las organizaciones criminales al interior de las cárceles “han estructurado la convivencia carcelaria, y ello podría estar haciendo menos frecuente la comisión de homicidios. Suponemos que dicha afirmación nos quiere sugerir que las diferencias entre internos podrían estar siendo ‘administradas’ por estas organizaciones”.
“Posiblemente el liderazgo delictual en las cárceles chilenas se esté concentrando y controlando por grupos que presenten características de la nueva criminalidad, con mayor violencia y ensañamiento en sus acciones, mayor poder de fuego, mayor planificación en su actuar delictivo, entre otros, lo que podría hacer pensar que las disputas o efectos de sus conflictos internos, se estén resolviendo fuera del sistema carcelario”, se agrega como hipótesis.
Más adelante en el desglose se señala que hasta el 16 de junio de 2022, “la población penal atendida asciende a un total de 124.452 personas, de las cuales 47.340 pertenecen al subsistema cerrado, 59.530 al sistema abierto y 17.582 al subsistema pos penitenciario. En términos porcentuales, el 89,4 % son hombres y el 10,6% son mujeres”.
Del total de la población penal del subsistema cerrado, 10.221 reclusos se encuentran privados de libertad por drogas. Esto “constituye el 24,5 % del integral observado, siendo el segundo porcentaje más elevado, liderando la tipificación como causa de reclusión, los delitos de robos”. En tercer lugar se encuentran los homicidios con un 11.6%. “Esta tipificación posee un aumento relevante al revisar los datos de los últimos cinco años, acrecentando éstos en términos porcentuales en un 47,8% en comparación con los registros del año 2017″.
Drogas
La droga ocupa gran parte del informe. Por ejemplo, se aborda la situación del narcotráfico en medio de la pandemia, cuando la mayoría de los países se encontraba en cuarentena y con sus fronteras cerradas: “La producción de drogas en Sudamérica enfrentó una súbita y drástica acumulación de estupefacientes disponibles para su distribución, dado el estricto cierre de fronteras terrestres, la cancelación de vuelos internacionales y una reducción de zarpes de naves mercantes. El efecto de estar no disponibilidad de medios de transporte sobre los productores de estupefacientes ilícitos, particularmente de Colombia, México, Perú y Bolivia, determinó, inicialmente, una acumulación de cuantiosas cantidades de drogas en condiciones de ser enviadas a mercados cautivos y, a su vez, una gran escasez de estupefacientes en los países receptores de estas mercancías, lo que redundó en el inicio de operaciones de “quitadas de droga o mexicanas”, entre bandas locales de algunos países, objeto poder hacer sus entregas y continuar en el “negocio”.
Pese a lo antes expuesto, los narcos encontraron la forma de seguir con su “negocio”, utilizando ahora rutas marítimas. “Luego de una breve pausa, la pandemia vino a constituir una oportunidad a la que los narcotraficantes han sabido sacarle el mejor provecho y, muy probablemente, aumentar sus ilícitas utilidades. Todo indica que el crimen organizado transnacional trabajó arduamente, encontrando formas de masificar la producción de nuevas drogas y buscando alternativas para seguir fabricando estupefacientes tradicionales, para trasladar y distribuir dichas drogas, empleando para ello nuevos métodos, pero también potenciando estrategias ya existentes que significasen una dificultad mayor para los fiscalizadores, como lo son las rutas marítimas”.
Por otro lado, citando un informe de 2021, se afirma que “Colombia se ha mantenido como el mayor productor de estupefacientes derivados de la hoja de coca, siguiendo la tendencia observada los años anteriores”.
En el informe se señala que en 2020 las incautaciones de drogas realizadas vía marítima fueron de 4.548 kilos y en 2021 fueron de 7.563 kilos.
En otro capítulo se sostiene que Paraguay fue el país desde el cual se intentó enviar la mayor cantidad de droga hacia Chile entre el periodo 2015 - 2021, concentrando el 30,6% (63.190 kg) de la droga incautada. A esto le sigue Bolivia con un 26% (53.694 kg), Argentina con un 19,2% (39.631 kg), Perú con un 10% (20.569 kg), Ecuador y Colombia con un 14,1% (29.151 kg en conjunto).
Con todo, durante el año 2021, se registraron más casos con destino a Chile respecto del año 2020 (de 38 a 63 casos). Sin embargo, hubo menos droga incautada (de 30,9 a 19,1 toneladas).
En esa línea, Colombia, Ecuador y Perú fueron los países que durante 2021 aumentaron en mayor cantidad la droga incautada con destino a Chile, con un 86,7% respecto del año 2020 (de 8.166 a 15.244 kg).
Asimismo, las incautaciones de droga realizadas por la Policía de Investigaciones (cannabis, clorhidrato de cocaína y la cocaína base) se duplicaron de 21 mil a 39 mil kilos entre 2019 y 2021.
La situación en el norte de Chile
Por último, el informe hace un trabajo comparativo de los homicidios ocurridos en 2011 y 2021 en la macrozona norte del país.
Así las cosas, se concluye que las causas aumentaron de un 47,8% en el 2011 a un 52,4% en el 2021, y “las victimas de homicidios consumados (fallecidas) aumentaron en un 89,2%”.
La Región de Tarapacá es la que tuvo el mayor aumento de estos casos, donde los fallecidos se incrementaron de 15 en el 2011, a 56 en el 2021. De los delitos seleccionados para este análisis, el homicidio simple es el que ocupa la mayor proporción en ambos años, correspondiendo al 81% y 91% respectivamente.
En otros datos interesantes se señala que en ambos años, los bloques de horas que concentran la mayor cantidad de homicidios es el de la noche y madrugada, vale decir entre 20.00 – 00.00 y 00.01 – 04.00 horas). Asimismo, los días que concentran la mayor cantidad de víctimas corresponden a los días sábado y domingo.
¿Cuáles son las armas más utilizadas para matar? El informe dice que en 2011 era el arma blanca, con un 49%, mientras que el arma de fuego representaba un 24%. Para 2021 es más común el arma de fuego, con un 46% de uso en estos casos, mientras el arma blanca tiene un 34%.
Respecto a los móviles, pese a que en ambos años comparados se visualizan motivos en común, como conflictos laborales o vecinales, posible defensa personal, robos, etc., en 2021 “emergieron nuevos fenómenos como ajuste de cuentas, cobro de deuda, disputa de territorio, encerrona y portonazos”.
Fiscal Toledo sobre medidas de gobierno para enfrentar delincuencia
Tras la presentación, el fiscal Luis Toledo, director de la Unidad de Tráfico Ilícito de Drogas de la Fiscalía Nacional, se refirió al informe y señaló que “hay datos concretos que todas las autoridades manejamos en torno a la expansión del narcotráfico y del ejercicio de bandas criminales en nuestro país”.
Consultado por si las medidas que ha adoptado el gobierno son suficientes para enfrentar la criminalidad, dijo: “Vamos avanzando como sociedad en adoptar aquellas que son adecuadas, quizás el tranco podría ser más bastante apurado”.
“Existentes diversos proyectos de ley que tenían su origen en el gobierno anterior a los que este gobierno ha implementado algunas indicaciones relevantes que van en pro de la persecución penal y que están en discusión legislativa, y que nuestro interés es que salgan lo antes posible”, puntualizó.
“El fenómeno del narcotráfico no requiere de soluciones con mucho tiempo”, remató el persecutor.