No han sido unos días fáciles en materia de seguridad ciudadana. A mediados de esta semana, en la comuna de La Pintana, un joven de 17 años apodado "El Danielito" disparó contra el cabo de Carabineros Óscar Galindo, provocándole la muerte. El mes pasado, en tanto, dos asaltos en residencias del sector oriente de Santiago terminaron con moradores fallecidos. Ante estas situaciones, el gobierno ha dado a conocer una serie de iniciativas que apuntan a reducir la delincuencia, ya que esta es una de las principales materias que concentran la atención del Presidente Sebastián Piñera.
Parte de las iniciativas del Ejecutivo apuntan a modificar la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, endureciendo penas, así como cambios a la legislación que rige el uso de armamento.
En este escenario, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, realizó con La Tercera su balance en esta materia y hace una advertencia: "No más debilidades ni complacencias".
¿Cuál es el diagnóstico que hace el gobierno sobre la concurrencia de varios delitos de alta connotación pública?
Hemos tenido hechos graves con dos elementos comunes: menores de edad y uso de armas causando muertes. Son una muestra de ello los dramáticos crímenes de la señora Paz Gaete y el cabo Óscar Galindo. Creemos que no se abordaron a tiempo las indispensables modificaciones que requiere la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, ni tampoco la Ley de Control de Armas. En el primer punto, hoy un joven entre 16 y 18 años recibe una sanción mínima por un delito grave y no se considera su prontuario como agravante de la pena. En tanto, en el caso de las armas que se emplean en los delitos y crímenes de hoy, en muchas oportunidades estas han sido adquiridas en el comercio lícito, porque no existe una fiscalización y en el pasado no se adoptaron medidas para corregir esta grave situación. Hay un informe de Contraloría entre los años 2016 y 2017 que señala la ineficacia de la fiscalización de armas y la respuesta fue que era una de las reparticiones de Carabineros con más bajo presupuesto. ¡Esto no puede continuar! Presentaremos modificaciones a ambas leyes para sancionar con mayor pena y severidad a los mayores de 14 años que cometan delitos graves. Entre esas modificaciones, una central es que la reincidencia sea una agravante que se considere de forma obligatoria por el tribunal al aplicar la pena.
Siempre los recursos son menores a la demanda que existe en el tema de seguridad, por tanto, ¿dónde el gobierno espera apuntar su artillería?
Estamos apuntando, en primer lugar, a una indispensable modernización de nuestras policías para tener mayor control, transparencia y evaluación de gestión policial. En segundo lugar, que nuestros carabineros estén en la calle, junto a la gente y con presencia en los lugares públicos y patrullando permanentemente. Eso genera tranquilidad a las familias y aleja a los delincuentes. En este punto, a la fecha ya hemos recuperado más de 2.600 carabineros de actividades administrativas o servicios especiales, para ampliar la dotación de comisarías. En tercer lugar, es clave la incorporación de nuevas tecnologías a la acción preventiva e investigativa.
¿Cómo por ejemplo el Sistema Táctico de Operación Policial (Stop) de Carabineros?
Hemos implementado este sistema para que cada persona pueda conocer el trabajo policial de su comisaría, el nombre del carabinero encargado de su hogar, saber qué tipos de delito se cometen cerca de su entorno, los lugares donde ocurren y también pueda estar al tanto de los puntos de mayor riesgo. Al mismo tiempo, nos permite como autoridad tener un control de evaluación de los resultados del trabajo de cada comisaría. Junto a esto, estamos en la última etapa para licitar un equipamiento de drones de vigilancia preventiva en la Región Metropolitana, que esperamos implementar antes de noviembre. Queremos que las tecnologías preventivas también estén actuando en las comunas con menores recursos. Asimismo, los distintos fondos del Ministerio del Interior para proyectos comunales estamos destinándolos a inversiones en seguridad ciudadana.
¿La apuesta también pasará por un tema de cambiar ley?
Junto con estas medidas operativas, estamos enviando tres nuevos proyectos de ley en esta materia: la reforma a la Ley Penal Adolescente, que como ya mencioné les asignará mayor pena y severidad a los mayores de 14 años que cometan delitos graves; el proyecto antiportonazos, idea que fue propuesta y hemos trabajado en conjunto con distintos alcaldes y fiscales, que tiene como eje que la persona que compra autos o piezas provenientes de un robo con violencia o intimidación podrá tener una pena equivalente al autor del robo, y el proyecto sobre incivilidades, que es aplicar tolerancia cero a conductas que alteran la convivencia y facilitan la acción delictual en nuestros espacios públicos, dejándolos en manos de pandillas y grupos delictivos.
¿Habrá cambios en otras áreas?
Algo muy importante. Aplicamos un cambio completo de actitud para combatir la delincuencia. No más debilidades ni complacencias. Como dijo el Presidente Piñera, este gobierno está en guerra contra los delincuentes y tendremos mano firme en combatirlos. No habrá debilidades. Y esperamos que todas las entidades públicas, entre ellas fiscalía y tribunales, y con total respeto por su autonomía, comprendamos que esta es una tarea común y que el deber de todos es hacer cumplir la ley, lo que obliga, en primer lugar, sin excepción, a garantizar los derechos de la gente honesta y no tener complacencias con la delincuencia.
¿Cómo se da una respuesta rápida a estos hechos que han involucrado la muerte de personas inocentes?
Con mayor presencia policial. Con total coordinación y colaboración entre las policías y con el
Ministerio Público. Y, además, utilizando las tecnologías para combatir con inteligencia la acción delictual. Pero agregando algo muy importante: con voluntad política de enfrentar con fuerza y decisión a los delincuentes, respaldando políticamente el accionar de las policías en el cumplimiento de sus deberes y actuando de acuerdo con la ley. Este gobierno, junto con exigir y evaluar el trabajo policial bien hecho, confía y respalda a sus policías en el cumplimiento de sus deberes legales. Necesitamos unas policías empoderadas, respetadas y con autoridad y con el total respaldo político del gobierno para que puedan actuar con eficiencia.
¿Cómo explica que existan niños menores de 17 años que cuenten con más de 20 detenciones?
No hay duda de que tenemos problemas graves de pobreza y de abandono de nuestros niños. Familias debilitadas, educación de mala calidad y falta de oportunidades. Por eso, las medidas de fondo y que son trascendentes, son aquellas que fortalecen a la familia y crean condiciones de desarrollo integral en el país, son estas las que colaboran en nuestro anhelo de superar la pobreza y en la creación de nuevas y mejores oportunidades para los chilenos. Entre estas medidas, una extraordinariamente importante que está siendo impulsada por el gobierno es el acceso gratuito y universal a las salas cuna y jardines infantiles para todos los hijos de las madres trabajadoras. Aquí está el camino profundo para ir avanzando de verdad en el desarrollo de nuestros niños. Pero mientras vamos tras ese gran objetivo, nos encontramos con una realidad en que ha existido un muy mal trabajo en las acciones de rehabilitación y reinserción social para nuestros niños y jóvenes que han crecido en espacios de vulnerabilidad. La responsabilidad ha estado a cargo del Sename y eso habla por sí solo. El 35% de los jóvenes que delinquen reincide en los 12 primeros meses y el 51% en los primeros 24 meses. Por eso se envió al Congreso en el primer gobierno del Presidente Piñera un proyecto que termina con el Sename y cambia los paradigmas para abordar los problemas que sufren los niños vulnerables y los infractores de ley. Pero también existe el problema de que se haya establecido un sistema permisivo frente a la delincuencia juvenil, con sanciones débiles y en que no se considera la reincidencia como una agravante de las sanciones que deben implementarse en los hechos delictuales, lo que será corregido en el proyecto que enviaremos al Congreso sobre esta materia.
¿Quién está fallando aquí?
El Estado ha fallado al no colocar a los niños en el primer lugar de sus prioridades. De aquí la vergüenza moral que debemos sentir como país por la situación de nuestros niños entregados al cuidado del Estado. El gobierno anterior falló al no colocar como principal prioridad la seguridad pública y, por ello, el lamentable aumento de la delincuencia en los últimos cuatro años, producto de no haber dado una lucha frontal y prioritaria, sin complejos ni permisividades, contra los delincuentes.
Conocidos los últimos robos con violencia, como el de La Reina, pareciera que queda en cero el efecto de "más carabineros en las calles". ¿Qué harán al respecto?
De ninguna manera ha fallado la tarea que nos hemos impuesto de más carabineros en la calle. Y la mejor prueba de ello es que, cualquiera sea el lugar del país, lo primero que la gente pide es más carabineros. Cosa distinta es que nos falte mayor dotación y que tengamos una mejor preparación y distribución territorial de nuestros carabineros. Para lograrlo, estamos trabajando arduamente junto al general director Hermes Soto. Permanentemente estoy llamando a distintas comisarías y preguntando por su dotación y por el personal que está patrullando. Me interesa oír del propio encargado cuál es la situación del minuto respecto del personal que tiene a cargo y exigiendo que la mayoría esté patrullando. Al respecto, en estos ya casi tres meses de gobierno, hemos realizado tres operativos nacionales de patrullaje especiales (...). Se han logrado más de 12 mil detenciones. Muchas por órdenes judiciales no cumplidas.
¿Qué se puede esperar del resultado de la Comisión de Seguridad? Esto, porque existe la sospecha de que sean medidas que requieran un largo tratamiento en el Congreso o mucho tiempo de implementación.
La comisión está haciendo un muy buen trabajo. Vamos a presentar una profunda reforma y modernización a nuestras policías, un nuevo sistema nacional de inteligencia y modificaciones a la Ley de Control de Armas, entre otros temas. Contemplará cambios legislativos y medidas administrativas y operativas de implementación rápida. Sin duda que las reformas profundas toman su tiempo, pero es indispensable hacerla y no seguir perdiendo el tiempo o cruzarse de brazos como ocurrió en los últimos años y por lo que hemos pagado un alto costo.
A raíz de lo que ocurrió en San Antonio, ¿estima que está fallando el criterio de los jueces?
En San Antonio dos personas fueron controladas por Carabineros por resultar sospechosas al conducir un auto con vidrios polarizados; al pedirles que bajaran los vidrios, los efectivos policiales se encontraron con una caja grande y, al abrirla, aparece ni más ni menos que un verdadero arsenal y una cuantiosa suma de dinero en efectivo, pero tras ser detenidos el tribunal los deja en libertad y les dice, en la propia audiencia, que no tengan temor, porque después quedarán nuevamente en libertad y que su pena sería muy baja. Pregunto: ¿Alguien puede pensar que esto es una situación normal? La fiscalía no actuó con la decisión jurídica que se espera que actúe, pero el tribunal tampoco aplicó la ley con rigor y con buen criterio. Fue una verdadera chambonada. Tenemos el mayor respeto por la autonomía de los tribunales y el cumplimento de sus resoluciones, pero no por ello callaremos frente a estas indignantes negligencias y faltas de sentido común en la obligación de defender el derecho de las personas a vivir en tranquilidad y enfrentar la delincuencia.
Existe la sensación de que hay determinados barrios críticos en que ni las policías ni los servicios pueden ingresar debido a los altos niveles de violencia. ¿Es así?
La información que me entregan las policías es que no existe ningún lugar o barrio donde ellos no puedan entrar. Y en ello el gobierno va a ser inflexible. No debe existir ningún sector, lugar o barrio donde la policía no pueda ingresar. La intervención de los barrios críticos es un tema distinto y tiene por objetivo recuperar la seguridad e integración de ciertos barrios en que narcos y pandillas atemorizan e intimidan a los vecinos. Tiene un objetivo social y de seguridad. Estamos planificando un modelo de intervención distinto a los tradicionales, tomado de valiosas experiencias en otros países, como Colombia.