El administrador apostólico de Santiago, Celestino Aós, se pronunció hoy en contra romper el silencio de confesión, señalando que "es santo y sagrado, y no es transable".

Las declaraciones fueron vertidas en el marco de la ceremonia que encabezó y en el marco de la cual Raúl Bascuñán y Patricio Bruich fueron ordenados sacerdotes este sábado en la Catedral de Santiago.

"Ustedes se ordenan sacerdotes hoy, aquí en la Iglesia de Santiago, y para la Iglesia de Santiago. Ustedes conocen los problemas que vivimos, que nos afectan, que tenemos que encarar. No traten nunca, nunca de justificar la maldad, el pecado, la mentira, pero no olviden tampoco nunca que el Señor Jesús ama y redime a los pecadores", dijo, según informó 24 horas.

"Cada sacerdote, con su historia, con sus virtudes, con sus limitaciones, con sus pecados, es un don de Dios a la comunidad Cristiana. Quieran a sus sacerdotes, recen por ellos, ayúdenlos con una crítica leal y de frente, nunca, pero nunca por el chismorreo", advirtió Aós.

Sobre la posibilidad de romper el secreto de confesión, a lo que estarían obligados según el proyecto de ley que los obliga a denunciar abusos sexuales contra menores, el administrador apostólico de Santiago señaló que "nosotros tenemos una mirada y un mensaje sobre el trabajo, sobre la amistad y el amor, sobre el matrimonio y la familia, sobre la lealtad y el respeto a la intimidad del otro, intimidad de conciencia que la Iglesia respeta tan profundamente que jamás nadie podrá obligar a un sacerdote a que quebrante el sigilo de la confesión".

En ese sentido, agregó, "lo que ocurre en el confesionario, cuando usted se confiesa, ocurre entre Dios y usted, a través de la mediación de la iglesia, a través