Uno de los cuatro anuncios educacionales que hizo el Presidente Sebastián Piñera en la cuenta pública fue el envío de un proyecto de ley para "atraer a educadores talentosos a la dirección de las escuelas más vulnerables". El Gobierno no ha entregado más detalles de esta medida, pero entre los expertos del ramo sí saben qué es lo que debería contener la propuesta.
El director del Centro de Desarrollo de Liderazgo Educativo (Cedle), José Weinstein, dice que "sería muy malo que el proyecto se limite solo a las escuelas vulnerables, sino que tiene que haber una carrera directiva, que incluya a los directores y sus equipos, de los colegios municipales y particulares subvencionados", que suman 11.090 recintos.
A su juicio, esa carrera debiera "normar el acceso a la función directiva, garantizando que quien llegue tenga experiencia, una formación habilitante, y asegurar su formación", y que debe haber tramos de progreso, con aumentos de sueldo, como en la Carrera Docente, que mejora las condiciones de 200 mil maestros.
"Cuando lanzaron la Carrera Docente, se omitió a los directivos y eso permitió que los docentes mejoraran su situación. Pero hay casos en que un docente del tramo Experto 2 puede ganar posiblemente más que el director. Mejorar esas condiciones es urgente", agrega.
Factor en el aprendizaje
El director ejecutivo de Elige Educar, Joaquín Walker, afirma que una carrera directiva "es fundamental, porque los equipos directivos son el segundo factor intraescuela que más incide en el aprendizaje" y que la falta de liderazgo directivo provoca la deserción de los docentes en las escuelas, razón por la cual faltarán 32 mil docentes de aula hacia 2025.
"Además, los profesores más felices son los que reciben críticas constructivas de sus equipos y que pueden plantear críticas, sin temor a represalias. Por eso, la formación de directores debe estar en esta reforma", agrega.
Y Ariel Ramos, investigador de Educación 2020, plantea que "lo que no debiera pasar es que el proyecto se centre solo en incentivos económicos", sino que debe entregar capacitación a los directores, inspectores y jefes de UTP, para que "adquieran experiencia en liderazgo. En el Instituto Nacional, por ejemplo, hay fallas de liderazgo que deben ser previstas".
Actualmente, un tercio de los directores son escogidos por el sistema de Alta Dirección Pública, pero a juicio de Ramos eso no es suficiente, sino que se debe procurar "que las personas que van a seleccionar, tengan las competencias mínimas".