Larraín: si no hay diálogo hay weichan. Libertad a los PPM. Amulepe Taiñ Weichan.
Con este mensaje se encontraron ayer los policías que llegaron a investigar un nuevo ataque incendiario en la provincia de Arauco, Región del Biobío, ocurrido durante la madrugada en el sector de Paillahue, Contulmo.
El mensaje contenía una referencia al ministro de Justicia, Hernán Larraín, producto de las negociaciones con comuneros presos en huelga de hambre en la comuna de Lebu, los que ayer finalmente depusieron su movilización.
Sin embargo, el tema de fondo que se ha venido repitiendo son los hechos de violencia, que mantienen bajo tensión a esta provincia ubicada al sur del Biobío y compuesta por siete comunas, de las cuales tres concentran la mayoría de los atentados.
Arauco, de hecho, ha sido escenario de la quema de 10 propiedades en 12 días. El primero de esta seguidilla de ataques ocurrió el 28 de agosto, cuando en la orilla del lago Lanalhue, cinco casas fueron incendiadas por un grupo de desconocidos; el segundo fue el martes, en Cañete, con la quema de tres cabañas y el posterior homicidio de un joven de 21 años; y el último fue el de ayer en la madrugada en Paillahue y Cayucupil, donde fueron quemadas dos viviendas y destruidos tres camiones y una grúa.
Según aseguró el intendente del Biobío, Sergio Giacaman, “lo que ocurre acá es demasiado. Está por sobre lo histórico. Tenemos más de 15 atentados por mes. Una de las razones de esta explosión tiene que ver con los comuneros presos. Coinciden estas demandas con el aumento de los hechos de violencia”.
La cifra a la que hizo referencia el intendente evidencia el aumento de los hechos de violencia en la zona durante el último semestre. Entre enero y junio se registraron 33 atentados, pero en junio estos eventos se incrementaron, ocurriendo ese mes 16 ataques; 14 en julio, 15 en agosto y ocho durante los primeros ocho días de septiembre, los que sumados a los de ayer arrojan 88 hechos de violencia durante 2020.
Como referencia, según cifras del Barómetro de la Multigremial de La Araucanía, que analiza datos de la violencia rural en la Macrozona Sur, durante 2019 en todo el Biobío se contabilizaron 46 incidentes.
Para explicar este incremento, el intendente Giacaman sostiene que “los responsables de estos ataques son detenidos y salen inmediatamente en libertad”.
Pero, además, en el gobierno apuntan que una de las motivaciones principales a esta escalada de violencia en la zona tiene que ver con la radicalización de las huelgas de hambre de los comuneros de varios penales del sur, entre ellos el de Lebu.
En ese sentido, comentan que solucionadas las negociaciones de la huelga de hambre de Celestino Córdova (el 14 de agosto) y los reos de Angol (el 3 de septiembre), en La Araucanía los eventos más violentos, con reivindicaciones, tuvieron una disminución. Hasta ayer, los únicos presos que mantenían la huelga eran 15 internos de Lebu, que ya la depusieron.
El gobernador de Arauco, Óscar Muñoz, advirtió que “este conflicto ha tenido una escalada en el último tiempo y tenemos que lograr identificarlos. Lo que nosotros vemos son bandas organizadas, bandas criminales, que usan el nombre del pueblo mapuche sólo para causar terror en la comunidad. Yo me reúno a diario con muchas personas de comunidades que sienten temor de incluso salir de sus propias casas. Hay que aumentar los esfuerzos”.
Según el último recuento del Barómetro de la Multigremial de La Araucanía, el Biobío es la única zona donde hay un aumento de los atentados. Entre enero y junio de 2019 hubo 19 eventos violentos, mientras que en el mismo periodo de este año la cifra aumentó a 38. En La Araucanía, si bien los números son mayores, se pasó de 223 incidentes en 2019 a 38 durante el primer semestre de este 2020.
El senador PPD y miembro de la Comisión de Seguridad Ciudadana del Senado, Felipe Harboe, indicó que “ha habido falta de inteligencia preventiva y nula capacidad de reacción para detener en flagrancia, lo que genera impunidad de hechos graves”.
Esa visión también la comparte el alcalde de Cañete (RN), Jorge Radonich. “Ha sido todo muy violento. Falta buscar acuerdos y tener un diálogo con las comunidades. También faltan cosas en materia policial, porque acá Carabineros tiene solo dos vehículos totalmente operativos y los otros funcionan a la mitad de su capacidad”, expresó.
Para el exministro del Interior Jorge Burgos (DC), el recrudecimiento de la violencia en el Biobío tiene que ver con la organización de los grupos que operan en la zona. “No hay duda de que los grupos violentos tienen cada día más actividad delictual, y tengo la impresión de que cada día hay más impunidad”, dijo.
El clima de tensión en la zona, además, terminó ayer con la Gobernación de Lebu apedreada y enfrentamientos entre manifestantes y carabineros.