La Seremi de Salud de la Región del Maule determinó el cierre de las Termas de Panimávida tras incumplir una orden de prohibición de funcionamiento que pesaba sobre el recinto desde el 4 de noviembre.
El local era investigado a raíz de la notificación de dos personas de la Región Metropolitana que habían estado de visita en las termas y que reportaban síntomas asociados a un posible caso de la bacteria Legionella la cual se puede contraer por el consumo de aguas contaminadas y, en especial, en aguas con altas temperaturas y cuyos síntomas incluyen tos, fiebre, dificultad para respirar, etc.
A raíz de esta situación, la Seremi hizo una visita inspectiva detectando que no había agua apta para el consumo humano en todas sus instalaciones y abastecían agua termal sin autorización alguna. Por lo cual se determinó su prohibición de funcionamiento y otorgó plazo hasta el mediodía del 5 de noviembre para el desalojo de los turistas presentes en el lugar, cosa que no sucedió.
Es así como la seremi de Gobierno Daniela Oberreuter; la delegada Presidencial Provincial de Linares, Priscila Gonzales; y el seremi de Salud (s) Alex Soto, acudieron este martes nuevamente al recinto para constatar el incumplimiento, cerrando de inmediato las instalaciones.
“Nosotros como Gobierno tenemos un compromiso fuerte con reactivar el turismo. Sabemos las condiciones con las que han estado sobre todo las Pymes y el comercio local en nuestra región, pero tiene que ser con condiciones de salud apropiadas para todas las personas”, indicó la seremi Oberreuter.
La autoridad regional agregó que “no podemos salir de un momento duro para la salud de las familias, para entrar en otro. Aquí hay faltas graves que tienen que ver con el agua potable, que tienen que ver con la salud diaria de las personas y de los trabajadores que están adentro que tampoco estaban informados. Así que esperamos que ahora se acaten las medidas para que hagan las subsanaciones correspondientes y que vuelva a funcionar debidamente con la reglamentación para que todas las personas, familias y adultos mayores principalmente, estén seguros y seguras”.
Mientras que Soto explicó que “los sumarios están en este momento en el departamento de Jurídica de la seremía, y las sanciones al recinto dependen de este análisis. Si vuelve a repetirse esta situación, debemos tomar las medidas que correspondan, pero esperamos que la empresa, como se ha comprometido, solucione los problemas que nosotros le hemos detectado para que mantenga su actividad económica”.
“Sabemos que en este momento es crítico, ya que estamos saliendo de la pandemia, sin embargo, tomamos estas medidas pensando en el cuidado de la salud pública”, cerró.
A raíz de los sumarios sanitarios en curso con los que ya cuenta y por no acatar la prohibición de funcionamiento, la empresa arriesga una multa de hasta 1.000 UTM.