Arturo Zúñiga Jory, exsubsecretario de Redes Asistenciales: “Me han solicitado ser candidato en algunas de las elecciones que vienen”
El ingeniero y hombre de confianza del exministro Mañalich renunció el martes, abierto a competir como parlamentario o constituyente por la UDI. Declara haber “cerrado un ciclo” y destaca de su gestión la temprana preparación y la respuesta de la red frente a la pandemia.
Al momento de esta entrevista, el teléfono del exsubsecretario de Redes Asistenciales Arturo Zúñiga no deja de sonar. Su salida tomó a muchos por sorpresa, aunque se empezó a fraguar el miércoles, cuando le expuso su intención al Presidente Sebastián Piñera, en una reunión junto al ministro de Salud, Enrique Paris. Su renuncia, finalmente, se concretó ayer martes, aprovechando una “ventana” en la pandemia que haría factible traspasar un cargo clave en plena emergencia sanitaria. “Yo no iba a renunciar hasta que no viera que la situación epidemiológica fuera la adecuada”, recalca.
Una de las llamadas es del exministro Jaime Mañalich, la relación más estrecha del ingeniero en el ministerio. Pero decide atenderla después, una vez que haya terminado su último día en el edificio de Mac-Iver.
¿Conversó con su sucesor, el médico Alberto Dougnac?
Conversamos cuando se hizo público que él será el nuevo subsecretario. Le ofrecí mi tiempo en los próximos días para hacer un traspaso de la mejor forma y que le permita seguir esta estrategia, que ha sido bastante reconocida por los expertos.
¿El Presidente trató de retenerlo?
Sí, pero yo no me siento indispensable. Este no es solo el trabajo de un subsecretario, hay un ministerio y 29 servicios de salud. Este es un término de ciclo para mí y que se tenía que producir ahora, para dar esta ventana al nuevo subsecretario para que tenga tiempo de adecuarse y prepararse en caso de una segunda ola.
¿Por qué decidió renunciar?
Yo no iba a evaluar ninguna opción diferente a Salud hasta que dejara de ser subsecretario. Mi trabajo me impedía darle minutos u horas a pensar cualquier otra situación. Pero desde mañana, y habiendo renunciado al cargo, voy a evaluar todas las opciones que pueda tomar. Dentro de ellas, me han solicitado que pueda ser potencialmente candidato a algunas de las elecciones que vienen el próximo año.
¿Sería por la Unión Demócrata Independiente (UDI)?
Hoy no soy militante. Pero si llegase a considerar nuevamente estar en el servicio público y en un cargo de elección popular, lo haría desde la militancia de la UDI. Obviamente, el trabajo hecho durante la pandemia provoca un nivel de conocimiento (en la ciudadanía) que es interesante para los partidos políticos de cara a un cargo de elección popular.
¿Qué le atrae más: una diputación o ser convencional constituyente?
No he discutido eso aún. Ahora tengo el tiempo para conversarlo a nivel familiar y personal. Me encantaría seguir en el servicio público y que, si llego a ser candidato y posteriormente electo, pudiésemos mejorar el nivel de debate. Con ideas y escuchando a las personas que están al frente para ver si hay algo intermedio que podamos lograr, porque estoy seguro que oposición y gobierno, izquierda y centroderecha, quieren un mejor país, pero nos estamos polarizando totalmente y eso no permite dialogar.
¿Influyó en su salida la situación judicial que afecta al ministerio?
No hay relación absoluta en cuanto a eso. Es más, mis mails nunca fueron solicitados .
¿Lo ha requerido la fiscalía en la casusa del conteo de fallecidos?
No me han citado y no he sido contactado por ninguno de los fiscales. Además, tampoco tengo dudas del trabajo que ha hecho la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, y el exministro Mañalich. Yo confío en que las declaraciones que vendrán ahora de parte de la subsecretaria o del exministro van a esclarecer los hechos. Rafael Araos (exjefe de Epidemiología) lo ha dicho: estando frente a la pandemia, teníamos un sistema (de registro) que no era capaz.
¿Ha hablado con Mañalich?
No he tenido tiempo, pero le agradezco mucho todo lo que él hizo por nuestro país. Haber tenido un jefe de Salud con sus competencias en los momentos más duros de esta pandemia fue uno de los pilares para haberla sobrellevado de la forma en como lo ha hecho nuestro país.
¿Le costó adaptarse al liderazgo del ministro Paris?
En absoluto, todo lo contrario. Él ha delegado muchas más acciones en sus subsecretarios y eso también me ha permitido ejecutar cosas de acuerdo a mi pensamiento, lo que se ha visto reflejado en mis viajes a regiones.
La pandemia ya deja 14 mil muertos, ¿cómo lidia con eso?
Duele mucho, pero sobre todo por la forma en cómo la ciudadanía se toma esto, en el sentido de que estamos en una pandemia que no veíamos hace 100 años y muchas veces estas situaciones se deben a que una persona no siguió una recomendación de autocuidado, conociéndolas, como el uso de la mascarilla o lavado frecuente de manos.
¿Cuál fue para usted el momento más difícil de la pandemia?
El 28 de abril, cuando murió la primera funcionaria de la salud en Gorbea, porque me tocó ver de cerca el proceso de hospitalización y a sus familiares despidiéndose. Me di cuenta de la gravedad de la situación, no solo por lo cruel que es el virus, también porque no permite que familiares se despidan.
Una de las mayores polémicas fue el arriendo de Espacio Riesco. ¿Fue necesario?
El Centro Hospitalario Huechuraba atendió a más de 700 personas. Si no hubiésemos hecho eso, el sistema habría colapsado el 5 de mayo. ¿Podemos haber cometido errores? Sí, pero era con una sola intención: poder atender a los pacientes, y si a lo mejor hicimos inadecuadamente un contrato, habrá que corregirlo, pero siempre la intención fue cuidar a la ciudadanía.
¿Queda conforme con su gestión?
Estoy totalmente tranquilo y muy satisfecho con el trabajo hecho. Hay que recordar que cuando comenzamos esto teníamos apenas 640 camas UCI y pudimos quintuplicarlas. Pasamos de un solo laboratorio a una red de 140 en el país que realizan 40 mil exámenes diarios. De hacer 20 traslados de pacientes al día subimos a 80 y más de 400 aeroevacuaciones. Pusimos en marcha cinco hospitales nuevos en 45 días, con 1.700 camas a disposición de las personas. Esos son números que avalan una respuesta de la red asistencial que ha sido destacada no solo por expertos, también por la ciudadanía.
Pero también tuvo críticas...
Si las personas que criticaron no estaban informadas de nuestro trabajo, la responsabilidad no se le puede atribuir al Ministerio. Creo que hay un trasfondo político en las críticas y que uno debe considerar de quién y de dónde vienen. Algunas, como las del Consejo Asesor, vienen a aportar, pero las otro tipo no nos desenfocaron en ningún minuto.
¿Teme que ocurran aquí los rebrotes de Europa?
No es que nos asuste, pero sí nos tiene que mantener en alerta. El virus está en todas las regiones de nuestro país y mientras más avancemos en el plan Paso a Paso, hay más riesgo.
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