La inclusión se abre paso como un factor esencial en la construcción de una sociedad diversa y equitativa. Más de dos millones y medio de chilenos poseen discapacidad, a nivel físico, sensorial y cognitivo, y cada día se multiplican políticas, programas y herramientas que los visibilizan, estimulan sus potencialidades y facilitan su integración a la educación y al trabajo. La tecnología es un aliado fundamental para generar ambientes y plataformas inclusivas, debido a que elimina obstáculos, disminuye barreras y potencia talentos.

Por eso es importante destacar Iniciativas como el desafío "Inclusión Challenge", pilar tecnológico en Expo Inclusión, que en su próxima versión del 6 y 7 de septiembre aportará a la integración y potenciará la innovación que crea la imparable industria tecnológica a través de aplicaciones, equipos y programas, que nutren el aprendizaje, el desarrollo laboral y el crecimiento de personas con discapacidad.

Desde la fundación AstroLab vemos que hoy la inclusión irrumpe con fuerza en la ciencia que visibiliza a Chile a nivel mundial: la astronomía.

El camino que abrió el director del Observatorio Astronómico Nacional de la Universidad de Chile, Federico Rutllant, en 1958, en su exitosa negociación con la Universidad de Chicago para que el telescopio más grande del mundo se construyera aquí (en el Observatorio Interamericano Cerro Tololo, CTIO), permitió que Chile fuera reconocido por las condiciones excepcionales de su geografía, su atmósfera limpia y baja contaminación lumínica y radiotelefónica para el estudio del universo. Pero, además, que avanzara a concentrar hasta un 80% de la capacidad de observación astronómica terrestre hacia el 2025. Esto permitirá, entre otros fascinantes descubrimientos, detectar en atmósferas de planetas y exoplanetas y en sus lunas elementos como oxígeno o gas metano generado por la actividad de seres vivos.

El azar además nos aporta el privilegio de la maravillosa ocurrencia de tres eclipses solares totales consecutivos (el de julio pasado en Coquimbo, el de La Araucanía en 2020 y el de la Antártica en 2021), que fomentan el astroturismo y acercan la ciencia a la gente.

En este contexto, organizaciones de educación superior se unen para conectar la ciencia con audiencias diversas. Bajo el alero de AstronomyForAll se organizan proyectos para personas con discapacidad visual y auditiva, como LightSound del Núcleo de Astronomía de la Universidad Diego Portales, dirigido por la astrónoma Erika Labbé; Dedoscopio de la Universidad de Concepción, a cargo de las astrónomas Carla Fuentes y Pamela Paredes; AstroBVI (Blind and Visually Impaired) de la académica María Argudo en la Universidad de Antofagasta; AstroTáctil de la astrónoma Paulina Troncoso y el oftalmólogo Arturo Grau de la UC/Universidad Autónoma; y Rompiendo la barrera del sonido: llegando más allá, de Sonia Duffau, de la Sociedad Chilena de Astronomía.

En tanto, la Fundación AstroLab definió conectar la astronomía con La Araucanía a través de la conceptualización, construcción y operación del Observatorio Astronómico Pucón (OAP), iniciativa que actualmente impulsan el Campus Pucón de la Universidad de La Frontera (UFRO) y el municipio local, y que cuenta con la asesoría científica del astrónomo José Maza, del físico Massimo Tarenghi -ex director de Paranal y ex gerente de ALMA-y del nodo tecnológico Obstech. El observatorio astronómico turístico y educativo más austral de Chile será un referente inclusivo, apto para que personas con discapacidad física accedan a él y utilicen sus instrumentos de observación, y también comunicará contenidos para un público diverso.

El Profe Maza y AstroLab también aportarán con su grano de arena al cierre del gran desafío de innovación social, "Inclusión Challenge" (cuyo premio será entragado por Accenture y Walmart) donde abordará el 7 de septiembre en la Estación Mapocho el cómo el estimular la inclusión laboral y académica de personas con discapacidad impacta en el desarrollo de la ciencia. La fundación AstroLab patrocina y conecta con esta gran cumbre de la inclusión y sella de esta forma uno de los círculos virtuosos que está generando la astronomía en Chile.