Hasta Copiapó en la Región de Atacama llegó esta jornada el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, para reunirse con las autoridades regionales y monitorear el estado de los establecimientos educativos que se vieron afectados por el sistema frontal de este fin de semana.
Debido a las precipitaciones, el día lunes un total de 59 establecimientos de la zona anunciaron la suspensión de clases por el día.
Sobre estos hechos y el estado en que se encuentran los colegios, el titular de Educación destacó la labor realizada y el trabajo también de prevención, aunque sostuvo que aún hay temas pendientes.
“En general, la gestión de riesgo estuvo abordada de manera muy expedita y oportuna. Un trabajo de coordinación que han hecho nuestros ministerios asociados en poder abordar estas problemáticas”, destacó, añadiendo que han logrado avanzar “de manera rápida” en la restitución del servicio educativo, aunque reconoce que aún falta.
“Sabemos que aún hay temas pendientes, hay un par de establecimientos educacionales que, desde antes del evento climático, contaban ya con una situación de suspensión de actividades académicas por otras causas”, señaló. “En el caso particular de las escuelas Paul Harris y Amolanas (Tierra Amarilla), además de otras situaciones que, en el marco de la situación climática que vivimos, han generado nuevos eventos en establecimientos educacionales que tenemos que atender”.
En cuanto a la cifra de establecimientos con problemas, señala que además de los dos ya mencionados que presentabas problemas desde antes, hay otros dos establecimientos educacionales que están con algunas dificultades que tienen que atender, como problemas eléctricos por paneles que se mojaron durante las precipitaciones, o de techumbre. Para esto, sostuvo, el servicio local ha hecho la contratación de servicios a través de tratos directos para mantenimiento, conservación y también limpieza de establecimientos educacionales.
A pesar de esos casos, destacó, para la situación climática que se vivió “los efectos secundarios que devinieron no fueron de la magnitud que todo el mundo esperaba”.
“Fue algo contenido. Eso tiene que ver, precisamente, con anticipación. Ninguno de las obras que tuvimos durante el verano sufrió problemas. Fueron otras las situaciones nuevas”, valoró positivamente.
Consultado sobre si se puede prever este tipo de problemas que provocan las lluvias, Cataldo expresó que había un problema de diseño pero no solo de los establecimientos educaciones, sino que también de las casas y edificios de la zona, ya que están construidas con estilo mediterráneo, es decir, con techos planos, lo que significa que se acumula el peso del agua al llover y colapsan. Esas son cosas que también hay que ir corrigiendo, y que van a tomar tiempo porque significa rehacer los techos, añadió.
Por su parte el gobernador de Atacama, Miguel Vargas, también destacó el despliegue realizado, indicando que a la hora del balance “la región sale bien parada respecto a esta emergencia”, añadiendo que “hubo una buena capacidad de respuesta”.