Por casi siete años el Ministerio Público, junto a las policías, estuvo en la búsqueda de Federico Astete Catrileo. Parte de su vida en el sector de Pocuno, en Contulmo, a 30 ks. de Cañete, Región del Biobío, lo hacían un conocedor de las tierras que incendió en nombre de la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML). Por lo mismo, en cada operativo de rastreo que realizaba la PDI, el líder de la organización radical era advertido por cercanos y lograba escabullirse. Sin embargo, la madrugada de este viernes fue capturado cerca de la casa de sus padres: Luis Astete y Petronila Catrileo.

El hombre de 36 años se encontraba prófugo desde 2017, pero su figura volvió a encender las alarmas de la policía en agosto de 2022 cuando encabezó el atentado al histórico molino Grollmus, ataque incendiario en Contulmo que dejó herido de gravedad al dueño de la propiedad, Carlos Grollmus Thiele (81), quien sufrió la amputación de su pierna tras recibir un impacto de bala por parte del grupo de integrantes de RML que irrumpieron violentamente en el recinto.

Este hecho también dejó a otras tres personas heridas durante el asalto a balas al que fue sometida la familia por alrededor de treinta minutos. Hasta ahora, hay doce detenidos por el atentado al molino.

Luego de adjudicarse el ataque, la Resistencia Mapuche Lafkenche expresó en un comunicado que “reivindicamos la acción de sabotaje en contra del molino Grollmus de la comuna de Contulmo, acción de respaldo a los presos políticos mapuche que permanecen en huelga de hambre en Arauco y Concepción exigiendo sus derechos carcelarios”.

El líder de RML tiene tres hermanos, todos nacidos en la Región del Biobío, aunque años más tarde algunos de ellos años se radicaron en Santiago. Federico no es el único del clan Astete Catrileo que carga en sus espaldas con un amplio historial de atentados en la Macrozona Sur.

El menor de los hermanos, Camilo Astete Catrileo, fue detenido en 2023 por su participación en un ataque incendiario ocurrido a fines de 2015, en el que también estaría implicado Federico. Por ese delito, Camilo fue sentenciado a seis años de cárcel por homicidio frustrado e incendio.

Además de la captura de su hermano, el cabecilla de RML tenía a la mayoría de los integrantes de la organización apresados, entre ellos, su pareja, Carolina Nahuelán, también responsable de múltiples ataques a predios de la región.