Fue el 20 de marzo, cuando recién el coronavirus llegaba al país, que el Colegio de Cirujanos Dentistas envió una carta al exministro de Salud Jaime Mañalich solicitando el cese de la actividad clínica odontológica que no revistiera urgencia para los pacientes.

La misiva, en ese entonces, detalló de manera temprana que “la evidencia científica demuestra que el ejercicio de nuestra profesión puede ser fuente de contagio (…). La generación de aerosoles multiplica exponencialmente las posibilidades de dispersión, contagio e infección por este virus”.

Con ese argumento, el lineamiento de la autoridad sanitaria fue claro: mantener solo las atenciones de urgencia. El efecto, sin embargo, y tras los balances trimestrales en la red privada, ya se ha hecho sentir: las consultas cayeron entre un 70% y hasta un 95%, respecto de períodos normales de atención.

RedSalud CChC, por ejemplo, que se posiciona como un prestador de referencia por la gran cantidad de centros médicos con dicha especialidad, detalla en un documento que “en el ámbito dental solo se mantuvieron las atenciones de urgencia, lo que generó una disminución de la venta del 74% promedio durante el segundo trimestre (abril-junio)”.

Desde el prestador explican que en las últimas semanas se está reactivando tanto las consultas como las cirugías en las nueve clínicas y 40 centros médico-dentales con los que cuentan a nivel nacional. “Tenemos estrictos protocolos de bioseguridad y medidas de prevención, lo que nos permite dar las garantías que nuestros profesionales y pacientes requieren”, dice.

Los números no fueron tan distintos en Clínica Las Condes. Allí la odontopediatra Patricia Mallea explica que la actividad disminuyó en un 70%: “Hay que considerar que los mismos tiempos de atención aumentaron. Si antes se atendía cada 20 minutos o media hora, ahora al menos es con un espacio de una hora entre pacientes”, detalla, a propósito de la estricta sanitización de los espacios destinados a la atención.

Mallea precisa que durante el período de peak por el Covid-19 funcionó de manera normal la urgencia odontológica, que atendió principalmente lesiones provocadas por trauma. Además, agrega que de manera permanente había un staff de especialistas (periodoncistas, odontopediatras) para realizar controles posteriores a una emergencia atendida en la clínica.

El panorama fue similar en la Clínica Indisa, comenta el jefe de Odontología, Pedro Bombadiere, quien cuenta que el servicio de urgencias atendió de forma permanente, y en el caso de los pacientes que por contingencia quedaron con algún tratamiento “a medias”, se les atendió en casos puntuales en la consulta médica.

“Haciendo una estimación, la elección de carácter electivo bajó un 80% durante el peak de la pandemia. Ha ido recuperándose de a poco, y ahora estamos a un 40% de la atención normal. Hay un alza en las consultas a propósito del retiro del 10%, pues hay que recordar que la atención odontológica no tiene cobertura como tiene la atención médica en general”, evalúa Bombadiere.

Entre las principales clínicas privadas, una de las mayores caídas en la atención la registró la Clínica Alemana de Santiago, quienes puntualizaron que odontología fue el área más afectada con el descenso de la actividad médica. “Experimentamos una baja del 95,5% entre los meses de abril y julio”, expresaron desde el recinto.

Con el descenso de la circulación viral, además del relajamiento de las cuarentenas en Santiago, los pacientes han vuelto a agendar, con una disponibilidad de horas más acotadas por los protocolos de sanitización.

En Clínica Santa María, el médico jefe de la unidad, Jorge Crignola, explica que allí la demanda de los últimos días se ha concentrado en niños que necesitan control de frenillos. “Las solicitudes de horas ha crecido tanto en adultos como en niños, principalmente por patologías dolorosas o pacientes que están en tratamiento de ortodoncia y que necesitan un ajuste de sus aparatos y no habían podido hacerlo”, concluye.