Esta tarde aterrizó en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, el vuelo de Latam que permitió repatriar a 248 chilenos que se encontraban en distintos países del Asia Pacífico.
El operativo, que duró nueve días, fue calificado como “exitoso” por la Cancillería, debido a que se realizaron intensas gestiones para conseguir salvoconductos y alojamientos para personas que se encontraban en varios países del sudeste asiático y pudieran así tomar el avión de regreso desde Singapur, principalmente, y además desde China y Nueva Zelandia.
El avión, que tenía como primera misión transportar insumos médicos desde Shanghai, recogió en la ciudad china a dos personas y fue desviado hasta Singapur. Ahí subieron otras 231 personas que viajaron a ese país desde India, Tailandia, Indonesia, Malasia y Vietnam. Luego, realizó una tercera parada en Auckland, Nueva Zelandia, para subir a 15 chilenos más.
Este plan de repatriación fue financiado en parte por el Fondo de Emergencias de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), en medio de las medidas que han adoptado las naciones y aerolíneas ante la propagación del Covid-19, que en primer lugar contrató un chárter de la compañía Air Asia, el cual recogió a los connacionales que previamente se habían congregado en Nueva Delhi y Bangkok, para llevarlos hasta Singapur.
Además, de manera previa los consulados y embajadas de Chile en la región asiática organizaron caravanas de buses que reunieron a grupos de chilenos en las capitales: estas recorrieron hasta 1.500 kilómetros desde distintas ciudades de la India para llevar a los chilenos hasta Nueva Delhi; otros 800 kilómetros desde Phuket a Bangkok, en Tailandia, y más de mil kilómetros de Bali a Yakarta, en Indonesia. Desde Hanoi (Vietnam) y Yakarta, otros connacionales abordaron vuelos comerciales con destino a Singapur.
El canciller Teodoro Ribera manifestó que “estamos muy satisfechos con el resultado de este magno operativo; el más grande que hemos llevado a cabo en medio de la crisis por el covid-19, que involucró inmensos esfuerzos de la Cancillería y del cuerpo diplomático de Chile en el Sudeste Asiático y Oceanía. Fueron muchas las personas que trabajaron sin descansar para que todo resultara de la mejor forma posible".
“Sabemos que es un gran logro, pero también sabemos que aún hay compatriotas que siguen esperando para volver a Chile. Queremos decirles que no los hemos olvidado y que seguimos esforzándonos para traerlos de regreso, pese a todas las dificultades”, agregó el ministro.