La época de verano es sinónimo de vacaciones y playas, cuya temporada oficial inicia cada 15 de diciembre, extendiéndose hasta el 15 de marzo, periodo en el que la Armada concesiona los balnearios, calificándolos como aptos o no para el baño, lo cual es debidamente señalizado.
Durante el periodo estival 2017 – 2018, la Armada contabilizó 14 personas fallecidas y dos desaparecidas en lo que respecta a su jurisdicción, es decir, playas de ríos, lagos y mar. Sin embargo, a poco más de un mes de finalizar las vacaciones 2018 - 2019, la cifra de muertos aumentó en un 62,5%, pues al 7 de febrero se registran 13 personas fallecidas y una desaparecida, según cifras entregadas por la Dirección General de Territorio Marítimo y Marina Mercante (Directemar) de la institución naval, en cuyo registro del año pasado -a la misma fecha- habían 8 muertos y dos desaparecidos a nivel nacional.
Asimismo, al 7 de febrero, los lesionados aumentaron de 11 a 24 y los ilesos disminuyeron de 131 a 103.
De lo anterior se desprende que la mayoría de los rescates se llevan a cabo en playas no aptas para el baño y la principal causa de ellos –estadísticamente- es la imprudencia temeraria.
Según el capitán de corbeta David López, capitán de puerto de Algarrobo –jurisdicción que lidera las cifras con dos fallecidos en playas no aptas- el aumento de estas emergencias tiene directa relación con que "la gente desconoce las consecuencias que tiene ir a una playa no apta. Muchas veces las capacidades físicas que tienen para enfrentar una salida al mar no son las apropiadas y eso influye, entonces fallecen por inmersión".
El oficial agrega que "incluso este año reforzamos la campaña de prevención y existe una aplicación para que la gente pueda informarse sobre las playas habilitadas, aptas o las condiciones meteorológicas, pero es un tema de conciencia, en los jóvenes principalmente" sostiene López.
En cuanto a los lesionados, la Capitanía de Puerto de Quintero se instala con el número más alto (10), lo que atribuyen a que "somos una jurisdicción con una alta cantidad de playas no aptas (33). Por otro lado, tuvimos el rescate de una familia completa de 8 integrantes".
Agregan que "los veraneantes no discriminan en playas aptas y no aptas, prefiriendo -erróneamente- las no aptas para el baño", lo cual podría tener una relación con que algunas de ellas tienen "accesos más cercanos o menos controles", señalaron.
En este sentido, Jaime Villagrán, capitán del Bote Salvavidas, institución que reúne al cuerpo de voluntarios de rescates marítimos, abarcando Valparaíso, Viña del Mar, y Concón, sostiene que "más allá del plan comunicacional que pueda tener la Armada, es un tema de educación, de esa que viene de la casa".
"Uno es el tema comunicacional que pueda tener una institución y otra la responsabilidad de los padres. Ahí hay un problema y creemos que es súper importante educar a la juventud. En los colegios podrían hacerse capacitaciones en clases de educación física, hoy es muy poca la gente que sabe hacer reanimación cardiopulmonar (RCP), por ejemplo".
"Falta prevención en nuestro país", sobre todo "en gente que viene de zonas que no tienen mar e ingresan al mar sin tener conocimientos de la morfología de las playas, lo que es considerado por la Armada para decretar una playa apta o no para el baño", dice Villagrán, coincidiendo en este aspecto con ambas capitanías de puerto.
Por eso, agrega, es un proceso "hay que educar desde la base para que cuando estos niños sean grandes tengan las herramientas y puedan crear conciencia en sus hijos y en ese nosotros tratamos de colaborar, pues con nuestra brigada juvenil recorremos las playas enseñando a hacer RCP. Nuestro objetivo es hacer entender a la comunidad que todos deben saber hacerlo, pues además es aplicable no sólo a la playa", concluyó el representante del Bote Salvavidas.