La propuesta del Arzobispado de Santiago a las víctimas de Fernando Karadima, en la demanda por encubrimiento interpuesta contra la entidad eclesial, incluía "reconocer todos los errores y omisiones que se cometieron durante la investigación de los abusos que sufrieron los demandantes, y también la reparación de los daños sufridos", señaló el abogado del Arzobispado, Nicolás Luco, antes de ingresar a la audiencia de conciliación que se realizó este martes.
Sin embargo, la sede metropolitana de la Iglesia Católica no reconoció encubrimiento de los delitos cometidos por el expárroco de El Bosque, lo que finalmente truncó cualquier acuerdo.
"Se reconoce una serie de errores que, en mi opinión, justamente constituyen el encubrimiento", sostuvo el abogado Juan Pablo Hermosilla, en representación de los demandantes James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, quienes no asistieron a la corte.
Según el acta de conciliación, la sede eclesial -a través del jurista Nicolás Luco- planteó como "un error dudar en un principio de la verosimilitud de las denuncias en base a criterios parciales y equivocados, como la buena reputación del sacerdote acusado (Karadima) o la opinión favorable de personas cercanas a él".
También asumieron como "un error no haber acompañado a las víctimas de Fernando Karadima de manera más efectiva y decidida durante el proceso de investigación, especialmente cuando sufrieron ataques injustos de personas del círculo de Karadima que cuestionaban públicamente su carácter, credibilidad e integridad personal". No obstante, nunca se señalaron esos errores como encubrimiento.
Si bien existió "buena disposición, hubo aspectos irreconciliables. Uno de ellos es precisamente el encubrimiento", confirmó el ministro presidente de la sala, Miguel Vázquez, quien anticipó que la resolución de la Corte de Apelaciones se conocería "antes de fin de año".
La carta de Errázuriz
En los alegatos realizados en octubre pasado, Hermosilla presentó ante los ministros de la corte un e-mail incautado por la Fiscalía de Rancagua en el Arzobispado de Santiago, que fue enviado en 2009 por Errázuriz al entonces nuncio apostólico, Giuseppe Pinto. En él indicaba haber cerrado la investigación contra Karadima.
En la audiencia de ayer, la Iglesia capitalina reconoció que el documento "era completamente desconocido por las actuales autoridades del Arzobispado de Santiago y por sus abogados, y revela derechamente que durante una parte del proceso, entre mediados de 2006 y mediados de 2009, no se investigaron los abusos denunciados", reza el escrito.
"Es grave que el actual Arzobispado de Santiago diga que no conocían esta carta del cardenal Errázuriz", argumentó Hermosilla.
Al ser consultado si este reconocimiento daría cuenta de que Errázuriz ocultó información al Arzobispado, el abogado consideró que "es una posibilidad para interpretarla. Habría que preguntarle más bien al cardenal (Ricardo) Ezzati, pero permite esa especulación, sin duda".
"Esto tendrá que ser investigado", agregó Hermosilla, quien no descarta que dicho reconocimiento sea presentado como medio de prueba en la querella por falso testimonio que presentó contra Errázuriz ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago.