En la segunda mitad de su discurso de Cuenta Pública, el Presidente Sebastián Piñera aseguró que uno de los objetivos de su gobierno es mantener a Chile como líder mundial en materia minera. Para esto, aseguró, el país se encuentra desarrollando una minería "moderna y sustentable".

Sin embargo, sus palabras fueron criticadas desde las ONGs medioambientales. Desde Terram manifestaron, incluso, que el Mandatario parece "desconocer el origen del concepto de sustentabilidad, dentro de los cuales es imposible que se considere a la minería bajo aquel prisma".

Agregaron que una de las prioridades para el Ejecutivo debiera ser lograr una "remediación efectiva a las faenas e instalaciones mineras principalmente de cobre, abandonadas del sector, que presentan un alto peligro para las comunidades y la biodiversidad de la zona norte y centro del país".

El jefe de Estado dijo igualmente, ante el Congreso, que prontamente anunciará una Política Nacional del Litio, que permitirá a Chile agregar valor y aprovechar "en plenitud" ese recurso mineral.

Sobreextracción del "oro blanco"

Justamente la extracción del litio y la implicancia de esto en el medio ambiente es un tema que se ha discutido. En los últimos años se ha experimentado un rápido crecimiento de ese mercado a nivel global, producto de la fuerte demanda de autos eléctricos y el desarrollo de baterías para artículos tecnológicos.

Se estima, incluso, que en los próximos diez años la demanda de ese mineral experimentará un alto crecimiento, pasando de 212 mil toneladas de carbonato de litio en 2017 a 900 mil en 2027.

En ese escenario es el norte de Chile, que concentra el 50% de las reservas mundiales del "oro blanco", el que ha sufrido las mayores consecuencias.

El salar de Atacama es una de las víctimas. Por este motivo, el llamado de los medioambientalistas es a fortalecer la regulación del sector extractivo y la fiscalización y monitoreo permanente de los salares.

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