La mañana de este jueves, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, entregó el balance de la implementación del Plan Calles sin Violencia a casi dos meses de su puesta en marcha, el pasado 10 de abril.

El plan -diseñado por Interior- es una de las medidas de seguridad promovida por el gobierno, cuyo objetivo es fortalecer la capacidad operativa e investigativa de las policías y Fiscalía, y se focaliza en las 46 comunas que concentran el 50% de los delitos violentos a nivel nacional.

En ese sentido, Monsalve, en un punto de prensa junto al director de Orden y Seguridad de Carabineros, el general Enrique Monrás, detalló las últimas cifras de la implementación de la medida.

A la fecha -dijo el subsecretario- “van cerca de 83 mil controles preventivos, de los cuales surgen los 1.623 detenidos” en las 46 comunas que contempla el programa.

En cuanto a fiscalización y control de armas, el subsecretario informó que ya se han intervenido 5.400 armas. “Eso va a acompañado de la entrega voluntaria de cerca de 300 armas y un poco más de 11 mil municiones”, acotó.

Respecto a la persecución penal, el Plan Calles sin Violencia contempla también un eje para capturar a las personas prófugas de la Justicia. En ese sentido, explicó, Carabineros ha detenido a 599 personas que mantenían órdenes de detención vigente en las 46 comunas de la medida.

Además, en cuanto a la contención del alza de homicidios a nivel nacional, Monsalve dio cuenta de una leve disminución en comparación con el año 2022. “Al 31 de mayo del 2022 se habían producido 466 homicidios. Hoy día, al 31 de mayo del 2023, sumando los casos que están siendo investigados por Carabineros y la PDI, se tiene la cantidad de 441 homicidios que, por lo tanto, es una cifra inferior a la del año pasado”, apuntó.

En detalle, el Plan Calles sin Violencia consiste en intervenciones en aquellas comunas con mayor concentración de delitos graves, especialmente homicidios con uso de armas de fuego. Veintidós de las 46 comunas son de la Región Metropolitana.

La selección de las comunas, en la primera etapa, se definió en base a criterios como la frecuencia de ocurrencia de homicidios, según cifras del Observatorio de Homicidios.

Los cuatros ejes del plan son persecución penal efectiva, patrullaje policial reforzado, fiscalización de infracciones e incivilidades -control y fiscalización de armas y rondas focalizadas de fiscalización-, además de intervención comunitaria y recuperación de espacios públicos.