Este viernes comienza la 34ª versión de la Teletón, la que, a su vez, cumple 45 años de historia en un 2023 marcado por el golpe que sufrieron las fundaciones por los líos de platas derivados de convenios entre organizaciones de ese tipo y distintas entidades del Estado.
“Es un ruido que es destructivo para todos, porque finalmente nos hacen incluso refugiarnos, encapsularnos y no hacer las cosas que como Teletón promovemos”, señala Benjamín Díaz, director ejecutivo de Fundación Teletón, que su edición de este año será ad portas de los Juegos Parapanamericanos, donde de los deportistas chilenos aproximadamente 75% ha pasado por los centros de rehabilitación de la institución.
¿Cuál es el sello que tendrá esta edición?
Lo principal es esta historia de 45 años que se ha construido con mucho esfuerzo, con escenarios distintos, más difíciles unos que otros, pero eso es lo que le agrega más sabor incluso a esta celebración, porque es donde también queremos agradecerle al país. Cuando uno se detiene y mira la historia completa hacia atrás, te das cuenta de lo maravilloso que ha sido el recorrido. A ese sello se le agregan pilares: un año donde el deporte ha sido protagonista porque la competencia que ya pasó demostró que Chile necesita espacios que le hagan bien. La segunda parte son los Juegos Parapanamericanos, relevantes para la Teletón. Actualmente, el 75% de los deportistas que van a representar al país fueron o son pacientes de la fundación. Por ejemplo, Alberto Abarza, con los oros que ha traído.
¿Cuáles son las metas que tiene Teletón en el corto, mediano y largo plazo?
La primera meta es reunir la suma tablero, que es lo que se logró reunir en 2022. El cierre fueron 37.400 millones. Esa es la meta de este año. En el mediano y largo plazo estamos en una tarea superdesafiante que tiene que ver con el empoderamiento de nuevas generaciones para que puedan perpetuar la Teletón por al menos 45 años más. Hoy día tenemos que acelerar el proceso de este paso de testimonio en todas las dimensiones de la institución. El más visible, y otro de los pilares de esta campaña, es ese paso al costado de Don Francisco para que otros comunicadores den un paso al frente y se empoderen con esto.
¿Cómo ha sido el camino estos últimos años, con postergaciones, pandemia y estallido social?
Hemos tenido que aplicar el concepto de la flexibilidad energizada. En 2019 tuvimos que por primera vez suspender un evento. Cuando ya pudimos dominar la situación dijimos que la Teletón no puede pasar más tiempo sin una campaña porque necesita los recursos para los 14 centros. Lo que decidimos fue hacerla en abril y en 2020 la pandemia derrumbó el principal punto de conexión de la Teletón, ya que los donantes eran presenciales en las sucursales del país. En un tiempo récord tuvimos que subir una plataforma digital robusta con la posibilidad de sumar para que esto fuese más fácil. Y 2021 era todo el rato aforo, cierre, apertura, todas las semanas. La Teletón no pudimos hacerla de manera normal. Y ahora estamos en una fiesta del deporte y nuestra decisión fue hacerlo entre medio de los juegos; hemos tenido que aprender de esta experiencia.
¿Qué significa para Fundación Teletón los líos de platas por los convenios, teniendo en cuenta que se pone en duda el rol de las ONG y afecta la opinión que tienen las personas sobre las fundaciones?
Tratamos de ser superconcretos. Primero, asegurar que es completamente opuesto y contrario a lo que nosotros hacemos. Nosotros decimos que la Teletón nos hace bien, y todos estos casos nos hacen mal, más encima en un momento que no es el mejor. También da mucha pena porque hay fundaciones, no solo la Teletón, que quieren hacer el bien y que creen que las sociedades mejoran con el trabajo colaborativo entre los privados, el gobierno y los que queremos impulsar cambios sociales. Es un ruido destructivo para todos porque finalmente nos hacen incluso refugiarnos, encapsularnos y no hacer las cosas que como Teletón promovemos, que es la participación, la unión, el ir todos juntos por un propósito. Obviamente uno de repente puede cometer un error, somos seres humanos, se pueden cometer errores; pero te lo puedo decir también, con mucha felicidad y tranquilidad, que la Teletón desde su primera campaña se ha preocupado de rendir cuentas, hemos ido aprendiendo en los últimos años y hemos tenido que hacer esfuerzos extras comunicando lo que hacemos con el generoso aporte de la gente; mostrar lo que ocurre en los institutos.
La principal novedad que tendrá la Teletón 2023 es la descentralización, ¿qué significa eso?
Porque el centro de operaciones durante las primeras 24 horas era el Teatro Teletón, que está en Santiago, y el cierre era en el Estadio Nacional. El bloque de cierre ahora se va a hacer en la Quinta Vergara, que te permite tener interacciones con el público, hacer cosas distintas a las que podemos hacer en el Estadio Nacional. También está el partido del fútbol solidario, el Superclásico Solidario en Rancagua, en el Estadio el Teniente, lo que es una casualidad máxima porque ahí se construirá el instituto número 15 de la fundación.