"Un acuerdo debe lograrse por el bien de la economía chilena", comentó a medios locales el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
"Esperamos como siempre en estos procesos que se llegue a un acuerdo, que las partes, a través del diálogo, negociación y conversación, lleguen a un acuerdo por el interés de ellos mismos, pero también por el interés del país", precisó Larraín.
Añadió que se trata de una negociación "que va a tomar un tiempo", e insistió en que deben abrirse las instancias para alcanzar un acuerdo entre los trabajadores y la empresa.
La posibilidad de una huelga en la minera controlada por la australiana BHP Billiton surgió en la víspera, cuando el sindicato, de 2.500 trabajadores, rechazó por insuficiente la última oferta de la empresa, que excluye un aumento salarial e involucra bonos y un préstamo por un total de 15,5 millones de pesos por trabajador.
También incluye mejoras en beneficios ya existentes y exige una respuesta sindical el 17 de julio a más tardar y que el nuevo contrato colectivo se firme este mes.
El sindicato, en tanto, demanda un bono equivalente al 4,0 % de los dividendos pagados en 2017 por Escondida a sus accionistas, lo que supone unos 25,9 millones de pesos por trabajador, y un aumento salarial del 5,0 %.
La empresa y el sindicato tienen plazo legal hasta el 24 de julio para alcanzar un acuerdo y evitar una huelga como la ocurrida en el primer trimestre de 2017, que duró 44 días y se levantó sin acuerdo, por la decisión del sindicato de extender por 18 meses el contrato colectivo anterior.
Carlos Allendes, portavoz del sindicato, afirmó hoy que la empresa no ha querido escuchar a los trabajadores y que pretende imponer una propuesta engañosa y con "una pistola en la cabeza", en alusión a la exigencia de una respuesta en un plazo breve.
Reiteró además, en declaraciones a radio Cooperativa, que la propuesta de un bono de 15,5 millones de pesos por trabajador no es tal, "porque la disfraza con una compra de beneficios que tenemos asegurados".
"En realidad, la propuesta del bono de término de negociación son 4,5 millones de pesos y el resto es solamente la intención de comprar beneficios que ya tenemos, y así los abulta a 15,5 millones", explicó.
A modo de ejemplo, citó las prácticas operacionales, en las que los trabajadores tienen acotados sus turnos de trabajo a doce horas, y ahora la empresa, en su propuesta, intenta aumentar las horas de entrada y salida, extendiendo la jornada laboral, para lo cual ofrecen 500.000 pesos.
Según Carlos Allendes, eso transgrede las normas legales y "estaríamos trabajando sobretiempo. No lo podemos aceptar", al tiempo que aseguró que el bono que pide el sindicato, "es la nada misma", comparado con los dividendos que recibieron los accionistas de la compañía el año pasado.
"Lo que molesta mucho es que, lamentablemente, Minera Escondida nuevamente no se hace cargo de nuestro petitorio y, al contrario, hace nuevamente un intento de quitarnos nuestros beneficios y de bajar nuevamente el piso de todo lo que tenemos. Eso es más importante y más gravitante que un bono final", subrayó.
"Tenemos que sentarnos y construir un acuerdo de mutuo beneficio, si tampoco queremos el mundo. Podríamos acercarnos a lo que dice el Código del Trabajo y pedir un 30 % las utilidades anuales, y eso no se va a lograr", concluyó.
La huelga del año pasado supuso para Escondida una merma en la producción del 7,8 %, hasta las 903.000 toneladas, aunque la mejora en los precios del cobre le permitieron aumentar un 20 % sus ganancias, hasta los 1.192 millones de dólares.