Cuando ingresó a la Escuela Militar, el capitán de la Brigada de Operaciones Especiales Lautaro (BOE) José Antonio Peña y Lillo (33) se imaginaba invariablemente en medio de un escenario bélico. De combates, armas y objetivos en la mira. Para eso ha recibido instrucción como parte de esta fuerza de élite del Ejército de Chile, con asiento en Peldehue. Con entrenamiento en paracaidismo, lucha cuerpo a cuerpo y otros rigores de comando. Hoy, en cambio, a su “enemigo” no se le puede apuntar. Y el jabón y agua resultan más efectivos que las balas de su fusil M4.
El pasado 7 de mayo, el ministro de Defensa, Alberto Espina, determinó que efectivos de fuerzas especiales también reforzaran el patrullaje y la fiscalización de medidas sanitarias en favor de la comunidad, en medio de la crisis por el Covid-19. Desde entonces, el capitán Peña y Lillo, junto a otros boinas negras, recorre las calles del Gran Santiago a bordo de una poderosa Humvee. Lo hacen portando casi el mismo armamento que ocuparían en un eventual combate, aunque confían en que difícilmente algo así ocurrirá. De hecho, no ha pasado. Ni cerca. Es él quien guió este jueves un recorrido de La Tercera -de siete horas- junto al grupo de fuerzas altamente entrenadas.
Poder de fuego
La Humvee es la versión militar de la Hummer. Un vehículo clásico para las FF.AA., pesado, potente, que puede remolcar a un camión y, por su versatilidad, llevar armamento de diferentes calibres. Con ella los efectivos recorren todos los puntos de control para apoyar a Carabineros en el cumplimiento de las cuarentenas. “Estamos autorizados para hacer controles preventivos territoriales, como los que estamos efectuando ahora, con vehículos y también con el resguardo de instalaciones críticas”, comenta.
Utilizan herramientas civiles para moverse. Saben que en Waze -el GPS social que advierte la presencia de una autoridad en ruta- rápidamente los localizan, por lo que justamente se basan en él para cambiar los puntos de control. “También monitoreamos por acá, para alternar otros lugares”.
Desde hace semanas que junto a su grupo han recorrido las distintas comunas de Santiago, prestando ayuda principalmente en los controles por cuarentena. En esta oportunidad se desplazan por los límites de Ñuñoa. Primero, Plaza Ñuñoa. Luego, Av. Matta con Vicuña Mackenna.
La jornada marcha tranquila. Muchos vehículos en la ruta, pero todos con sus permisos al día. El tercer objetivo está en Tobalaba con Avenida Ossa. Aquí, por primera vez se suben a un bus del Transantiago, en el que dos personas no cumplían con el permiso adecuado. Allí, su presencia impone respeto. Portan un fusil, chaleco antibalas, cartuchos, una bomba lacrimógena, un GPS y distintos materiales del Ejército. No hacen nada más que solicitar documentos. Amablemente. Son un buen recordatorio de que no se debe salir de casa salvo en contadas excepciones.
“Hemos estado en todo Santiago y diría que tuvimos más casos de gente que no cumplía con sus permisos en el sector oriente. El problema es que muchas personas salen a comprar y abastecerse, pero piensan que porque tiene tres horas puede quedarse en la plaza. Y no podemos hacer nada en esos casos. Por eso, es tan importante que la gente sea consciente y coopere”, dice el capitán.
El último punto de control es Plaza Egaña. Aquí, junto a Carabineros, cierran las tareas de una noche tranquila, pero aún con gente recorriendo las calles. Chile no está en guerra, evidentemente, pero se enfrenta a una crisis sanitaria que ha cobrado vidas. “No es extraño que estemos en la calle. Es parte de nuestra función de apoyo a la comunidad en tiempos de paz. Ya hemos salido para el 27-F, para el terremoto de Coquimbo y para distintas tareas de rescate y asistencia humanitaria en regiones. Estamos capacitados para enfrentarnos a situaciones como esta, recibimos la instrucción hasta para realizar un control de identidad, como ahora”, destaca Peña y Lillo.
También advierte que “no podríamos contener una manifestación, por ejemplo”. Y destaca que la relación con la gente, en las calles, ha sido muy fluida y respetuosa. Hoy el foco está en el coronavirus. Y las cuarentenas.