Han pasado dos años y cuatro meses desde que explotó una bomba en la casa del entonces presidente de Codelco, Óscar Landerretche. Ese 13 de enero de 2017, quien se adjudicó el atentado fue el grupo Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS), autodenominada organización "ecoterrorista". La misma agrupación reivindicó ayer el correo-bomba que llegó el martes en la noche a la casa del presidente del directorio de Metro, Louis de Grange. Hasta hoy, la fiscalía no ha logrado recopilar las suficientes pruebas para detener a los autores de estos hechos.
Así, surgen las interrogantes sobre cuáles son las dificultades para detectar a los atacantes de estos delitos. Según fuentes ligadas a los casos, un factor se debe a que han desarmado y fusionado los equipos policiales que indagan estos hechos.
Antes todo se concentraba en la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar), que tenía un departamento de 70 funcionarios para indagar actos terroristas. Sin embargo, luego del caso Huracán, la Dipolcar sufrió profundas modificaciones y un cuarto de ese equipo que investigaba casos de bombas está hoy en el OS-9, sin dedicación exclusiva y enfocados a otros casos de bandas criminales.
De hecho, en este contexto, el exfiscal regional Sur Raúl Guzmán, encargado en ese momento de investigar los casos de instalaciones de artefactos explosivos, pidió al Ministerio del Interior que rearmaran el grupo con dedicación exclusiva.
Ante esta situación, el abogado Rafael Ferrada, querellante en el caso de Óscar Landerretche, señaló que "nos preocupa que aún no existan solucionen tangibles en el caso". Por esto, dijo que "vamos a solicitar una reunión con el fiscal para actualizar, porque sabíamos que estaba bien avanzada la investigación, pero que tenían que atar los últimos cables del problema".
Respecto de los últimos hechos, señaló que "es preocupante, porque existen nuevos ataques, como al presidente del Metro y antes en Vicuña Mackenna (una bomba explotó en un paradero del Transantiago). Son actos que se han repetido en el tiempo y las autoridades se han visto sobrepasadas. Hay que estar atento a este tipo de situaciones".
Ayer, el grupo ITS emitió un comunicado mediante su blog en el cual se adjudican la bomba enviada al presidente del directorio de Metro.
En esta comunicación, quienes dicen ser parte de este grupo aseguraron que su ataque se debió a la construcción e inauguración de la nueva Línea 3 del Metro de Santiago. "El asco y la rabia inundaba nuestro ser, la construcción e inauguración de la nueva Línea 3 del Metro merecía venganza (…). Metro de Santiago es la empresa que dice dar soluciones y progreso a la 'gran ciudad', con sus proyectos futuros y los ya realizados solo consiguen roer y destruir aún más la tierra", se señala. Además, realizaron amenazas indicando que este tipo de atentados se repetirán.
Anteriormente, en la misma página web subieron una foto del directivo, al que calificaron de "suertudo" debido a la desactivación del artefacto explosivo.