Boric anuncia ambiciosa reforma al sistema de financiamiento de la educación superior que termina con el CAE

Hasta que llegó el día.

La noche de este lunes el Presidente Gabriel Boric, tal como lo adelantó durante la misma jornada la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, anunciaría en una cadena nacional -originalmente iba a ser el 22 de septiembre- los ejes del proyecto de ley que crea un nuevo sistema de financiamiento para la educación superior y, junto a ello, condona parcialmente las deudas educativas (ver nota complementaria), una de las promesas más emblemáticas del programa de gobierno frenteamplista.

El proyecto, que será ingresado este martes a través de la Cámara de Diputados después del hito de su firma en un acto en la Universidad de Santiago, no solo se adentra en los detalles de la modernización del sistema fijando nuevos aranceles regulados y creando nuevas contribuciones, sino que entregará la fórmula de la tan anunciada condonación (ver nota secundaria).

Fue hasta entrada la noche del viernes que los equipos de gobierno a cargo de la redacción del proyecto, de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) y Presidencia trabajaron en los detalles del anuncio e hicieron pruebas técnicas para grabar la cadena.

La determinación de informarlo este lunes, dicen conocedores de las decisiones, estuvo exclusivamente en el control de Presidencia que consideró que la iniciativa debía ser difundida por el mandatario en un formato solemne como la cadena nacional porque se trata de un proyecto emblemático que el FA ha promovido desde el movimiento estudiantil.

Si bien La Moneda no cumplirá totalmente con el compromiso de la condonación de la deuda -se reajustaron las expectativas una vez que llegaron a Palacio- en el Ejecutivo entienden que se trata de una de las demandas más sentidas del oficialismo, particularmente del FA y el PC que han abogado porque el gobierno mantenga el itinerario que se fijó durante la campaña presidencial.

El Presidente anuncia el nuevo sistema de financiamiento y el fin del CAE a menos de tres semanas de las elecciones de gobernadores, consejeros regionales, alcaldes y concejales. Y con la expectativa de que la discusión marque también las futuras elecciones parlamentarias.

Una vez presentado el proyecto por parte del Presidente, La Moneda apostará por un fuerte despliegue en la materia que también encabezará el Mandatario. El diseño igual contempla la vocería de los ministros Nicolás Cataldo (Educación), Camila Vallejo (Segegob) y Mario Marcel (Hacienda). Y también del subsecretario Víctor Orellana (Educación Superior), quien es considerado el principal arquitecto del nuevo sistema.

La primera actividad del Presidente en torno al anuncio se realizará este martes, en el Foro Griego de la Universidad de Santiago. Allí, desde las 7.20 horas el gobierno invitó a distintas autoridades del mundo académico a “la ceremonia de firma del proyecto de ley que establece un nuevo instrumento de Financiamiento Público para la Educación Superior y un Plan de Reorganización y Condonación de Deudas Educativas”.

La puesta en escena del gobierno para impulsar el fin del CAE ha sido trabajada desde hace un buen tiempo. De hecho, en un principio se ideó la cadena nacional para el domingo 22 de septiembre, previo al viaje del Presidente Boric a Estados Unidos pero se pospuso porque aún había trabas que despejar en el Congreso. De hecho, en la antesala de su presentación, no fueron pocos los personeros de Socialismo Democrático que demostraron públicamente sus reparos en torno al costo fiscal que implica una medida como esta.

En el Socialismo Democrático también hay quienes plantean dudas por la carga que tiene el Congreso con la multiplicidad de tramitaciones que están llevando adelante incluyendo el Presupuesto, agenda de seguridad, y las acusaciones constitucionales, entre otros. Sumar el CAE, para algunos, no sería un buen cálculo, solo pensando en el timing.

El senador Juan Luis Castro (PS) advirtió que “es notorio que el presupuesto de la salud pública está débil, y no debiera competir con el CAE, ya que siendo legítimo este último. Sin embargo, como prioridad social es mucho más fuerte la precariedad de la atención de salud poniendo en riesgo la vida de miles de personas. Por eso aquí no puede haber duda que lo primero es garantizar la vida y luego vienen otros derechos sociales como educación y pensiones”.

Si bien el senador Gastón Saavedra (PS) afirmó que “siempre es necesario cumplir con la palabra”, agregó que “no sé si el momento será el más propicio producto de la gran cantidad de proyectos que se están viendo en diferentes comisiones y muchas con suma urgencia”.

Y concluyó: “En suma, creo que hay un gran debate hoy día en el Congreso en materia legislativa. Y evidentemente el CAE requiere de tiempo y de dedicación para que el proyecto resulte y con el resultado apropiado para poder resolver el problema que ya se mantiene por largo tiempo”.

Una fuente en el Socialismo Democrático lamenta que, por ahora, no se haya podido retratar el proyecto del CAE, como un nuevo sistema de financiamiento. Ello, agrega, contribuye a la percepción de que nunca será un buen momento. También, cuestiona que tenga algún efecto positivo en materia electoral para los candidatos del pacto oficialista con la DC.

Parte de las razones del gobierno para insistir en el CAE, aun cuando el mismo Ejecutivo ha sostenido que la prioridad de su gestión es la seguridad ciudadana, es que según los datos que manejan mostrarían que la iniciativa tiene apoyo ciudadano.

En el equipo de Estudios del Presidente, liderado por Luna Follegati, han visto análisis que muestran que 70% de las personas están por condonar el CAE. Y que, según esos mismos datos, el tema de la condonación también tiene cierto piso entre quienes se consideran de derecha.

En el oficialismo, particularmente en el SD, han advertido que el anuncio tiene riesgos porque podría evidenciar divisiones entre los partidos que apoyan al Ejecutivo y cohesiona a la derecha que hasta esta semana se veía dividida por el caso Audio y las acusaciones constitucionales. El hecho de que el proyecto no considere la condonación al 100% también amenaza con descuelgues por la izquierda.