Las conversaciones telefónicas comenzaron hace días. La presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Luisa Brahm, y el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, querían dar una señal de normalidad entre ambas instituciones.

Esto, luego de que el 7 de octubre la Tercera Sala de la Corte Suprema -presidida por Sergio Muñoz- asegurara en un fallo que el Poder Judicial podía revisar las actuaciones del TC a través de recursos de protección. Un día después, y en un hecho inédito, el TC emitió una declaración pública, acusando a la Tercera Sala del máximo tribunal de pretender "rediseñar el esquema de competencias constitucionales".

A 10 días de que se diera a conocer este fallo, hoy a las 13.00, Brahm, acompañada de sus pares Gonzalo García, Nelson Pozo y Miguel Ángel Fernández, y Brito, junto a los supremos Guillermo Silva y Jorge Dahm, se reunieron en el tercer piso del TC.

En los diálogos previos entre los presidentes, apuntaron a que la disputa estaría encapsula en la Tercera Sala y no afectaba su relación como instituciones. Además, Brahm y Brito han conversado sobre analizar cómo opera en otros países el sistema judicial cuando existe un organismo similar al TC chileno.

"La Corte Suprema me ha hecho el encargo de visitar a la señora presidenta y los demás ministros del tribunal. Hemos estado conversando y (...) la situación conocida, que en nuestra opinión ha tenido muchísima trascendencia, es una cuestión superada", dijo Brito tras la reunión.

Brahm afirmó que "esta reunión se enmarca en un proceso que hemos tenido desde el comienzo de esta presidencia. Sin eludir el hecho de lo que ha pasado con la Tercera Sala, esta es una reunión más. Y el conocernos y acercarnos nos permite tener diálogos y resolver las situaciones de manera muy directa y en un contexto de confianza".

Informan a sus plenos

El martes en la mañana, en el pleno del TC, según asistentes a la reunión, Brahm recibió una llamada telefónica de Brito. Salió de la sala y al regreso informó a los ministros que se reuniría con el presidente de la Suprema.

Fuentes presentes en la instancia indicaron que algunos integrantes indicaron que era necesario realizar más acciones de este tipo e identificar claramente cuáles son los puntos de discordia entre ambas instituciones.

El mismo martes en la tarde, el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, informó a los ministros del máximo tribunal que se crearía una representación, encabezada por el propio Brito, que se reuniría con un símil del TC. Fuentes del tribunal aseguran que en la reunión se decidió no incorporar a ningún integrante de la Tercera Sala, al considerar que podría complicar el diálogo.

Según lo relatado desde el máximo tribunal, en la instancia quedó claro que las diferencias de criterios no se zanjarían en esta reunión, dado que esto dependerá de los fallos que a futuro tome la Tercera Sala. En este sentido, según jueces del tribunal, la reunión se orientó a retomar las relaciones y dejar en claro que no se trata de un conflicto, sino que de diferencias conceptuales jurídicas.

Desde la Suprema, además, se comentó que es imposible influir en las decisiones de los ministros de la sala constitucional, aunque se comprometió un esfuerzo por cuidar la forma en que se comunique un posible fallo.