La Brigada de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI indaga un nuevo tipo de estafa bancaria, vinculada a posibles negligencias de las compañías telefónicas al entregar copias de chips telefónicos sin el consentimiento de los usuarios. Hasta el momento hay 15 personas afectadas, por al menos $ 750 millones.

Según Rodolfo Jiménez, de la Bridec Metropolitana, este tipo de delito está dirigido a un perfil de víctima vinculado a gerentes y encargados de finanzas de pequeñas y medianas empresas, es decir, "gente que tiene la responsabilidad de manejar fondos".

El primer paso de los delincuentes es identificar a las víctimas, para luego, gracias a la información comercial de las personas, obtener sus datos comerciales mediante pharming o phishing, modalidades de estafa por internet para obtener claves mediante enlaces falsos.

"Cuando ya vulneraron, con un poder notarial o poder simple, dicen ir en representación de la víctima a pedir copia del chip. Así bloquean el número al usuario real durante cerca de 30 minutos, acceden a la tercera clave y logran realizar las transferencias que alcancen", dijo Jiménez.

Esta práctica llegó hasta el Sernac, luego de que una usuaria acusó haber sido víctima de esta estafa por $ 22 millones. A partir de ello, el servicio presentó una denuncia en contra de la compañía, que podría significar una multa de hasta 200 UTM "por haber infringido la Ley del Consumidor, por su actuar negligente al no tomar los resguardos necesarios para la protección de la afectada".

Además, se ofició a todas las empresas de telecomunicaciones "para conocer las políticas, medidas de resguardo y protocolos de seguridad que se aplican para los clientes que piden cambio de chip".

Desde la PDI se indaga la posible participación en el delito de vendedores de las compañías, además de empleados de empresas financieras, como factoring, quienes estarían a cargo de facilitar la información bancaria de los afectados.