Margarita, vendedora de boletos de la empresa TurBus, señala desde la caseta donde atiende a los usuarios que los pasajeros siempre preguntan si quedan asientos en los corredores del primer piso. "Nadie quiere irse arriba, aunque vayan apurados. Prefieren viajar en el siguiente bus", señala.

La reticencia, añade, puede relacionarse con la serie de accidentes protagonizados por este tipo de máquinas. Uno de los más recientes fue el volcamiento ocurrido el 11 de mayo pasado en la zona de Ercilla, que dejó seis muertos.

Los cuestionamientos sobre la seguridad de estos modelos no se limitan a Chile. Por ejemplo, en Australia estas máquinas han enfrentado restricciones desde los años 80, y preferentemente deben transitar con fines turísticos, a menores velocidades y con la obligación de contar con un potente armazón de seguridad.

En Chile, parlamentarios buscan poner en discusión un proyecto de ley que apunta a prohibir la utilización de estos buses para el transporte interurbano de pasajeros.

"La idea surgió luego de conocer una serie de casos extranjeros en los que se mostró la peligrosidad de los buses de dos pisos, como el trágico accidente de Perú, donde murieron 20 personas calcinadas en un segundo piso, y algunas situaciones vividas en nuestro país", explica el diputado Juan Antonio Coloma (UDI).

"Queremos que la prohibición de tránsito sea para este tipo de buses solo para trayectos largos, entre regiones o comunas que tengan una gran distancia entre sí, y no dentro del radio urbano, donde normalmente son usados de otra forma, muchas veces para el turismo, y las características en los desplazamientos son diferentes" añade.

La Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados mostraría apoyo transversal para escuchar a expertos en materia vial sobre este tema. Así lo indica el presidente de la instancia, René Alinco. "Cuando está en juego la vida humana es necesario priorizar, así es que pienso que lo podemos considerar", señala.

El propio legislador cuenta su experiencia con este tipo de máquinas. "Cuando viajo del Congreso a Santiago en bus jamás voy en un segundo piso: da miedo", reconoce.

Altura y estándares

Alejandra Valencia, académica de la Escuela de Ingeniería en Transporte de la PUCV, hace notar que las máquinas de dos pisos tienen un centro de gravedad mucho más alto que el de vehículos más bajos. "Entonces, tienden a perder estabilidad en curvas o cuando viajan a exceso de velocidad. Además, la parte superior tiende a mostrar menor estándar. No deberían operar en tramos muy largos", recomienda.