Transcurridos pocos días desde la conmemoración del Día del Trasplante, la realidad del país muestra un complejo escenario: los donantes han caído un 33%, empujando una fuerte baja en la realización de estas cirugías, que ofrecen una segunda oportunidad de vida a las personas.

Según datos del Ministerio de Salud (Minsal), hasta el 20 de noviembre un total de 106 personas habían cedido sus órganos, cifra muy inferior a las 159 del año pasado, a igual fecha.

Esto ha implicado una fuerte disminución de los trasplantes: las 267 cirugías de este tipo realizadas en 2017, cayeron a 189 este año.

La situación afecta a los 1.998 pacientes que se encuentran en lista de espera, de los cuales 10 han sido declarados prioridades nacionales. De estos, seis esperan un corazón, tres un pulmón y uno necesita un hígado.

El subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, afirmó que una explicación a esta baja radica en un dictamen de Contraloría, de fines de 2017, que estableció que las familias de quienes están registrados como no donantes -casi cuatro millones de personas- no podrán ser consultados por los médicos procuradores.

El problema es que se constató que ese registro -creado entre 2010 y 2013- tiene fallas, pues las personas debían informar su postura al renovar documentos, un momento poco propicio para ello, que llevó a incrementar la negativa. En julio pasado, sin embargo, la Contraloría emitió un nuevo dictamen que revirtió la interpretación inicial y levantó la restricción.

"El fallo de la Contraloría se reflejó, por ejemplo, en el promedio de ocho donantes mensuales para el periodo enero-agosto de 2018, frente a los 12 a 13 donantes promedio, por mes, que hubo entre julio 2016 y diciembre 2017", sostuvo Castillo, quien añadió que para revertir esta situación "hemos reorganizado todas las unidades de procuramiento para detectar, precozmente, los potenciales donantes y aumentar así la tasa de donación efectiva, a través de un plan de fiscalización activa por parte de la Coordinación Nacional, en conjunto con la Seremi. Además, el tema trasplante ya es parte de los compromisos de gestión de los funcionarios".

Expertos

Erwin Buckel, jefe del Centro de Trasplante de Clínica Las Condes, advirtió que la baja de la tasa de donantes influye en los tiempos de espera de los pacientes que requieren un órgano "y, por lo tanto, un aumento de las tasas de mortalidad. Si antes el tiempo de espera promedio de los pacientes que necesitan un trasplante de riñón era de dos a tres años, hoy eso se multiplicaría al doble".

Castillo agregó que, en paralelo, se ha enviado al Congreso un proyecto para modificar la Ley de Trasplantes, "generando que los inscritos como no donantes tengan que revalidar su postura y que la voluntad tomada en vida no pueda ser revertida por la familia, sincerando así la posición de los fallecidos frente al tema, lo que, de aprobarse, podría implicar, como ha ocurrido en otros países, un incremento de hasta un 80% en la tasa de donación actual del país".

Dorila Cortés, paciente trasplantada en agosto pasado en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, relató que llevaba cuatro años con insuficiencia renal crónica y se enteró de la donación en plena diálisis: "Me desconectaron de las máquinas, mi hija vino a buscarme, nos fuimos a la casa a cambiarnos ropa y me vine inmediatamente, estaba feliz, lloraba de pura alegría, porque sufrí mucho en las diálisis, son tremendas".

La paciente añadió que es necesario que las personas se abran a ceder sus órganos. "Ojalá que quienes se encuentren sanos se inscriban para ser donante, le den la oportunidad como me la dieron a mí, para poder seguir viviendo una vida cotidiana, sana", dijo Cortés.