"Me acuerdo y lloro. El dolor inmenso que sentí no se lo doy a nadie, no podía dormir. Aguanté como pude, pero ¡fueron 12 años!". Así, Gregorio González (78 años) resume el tiempo que estuvo en lista de espera, antes de ser operado de su rodilla en el Hospital de Rancagua.

Su caso es emblemático: era uno de los más antiguos que engrosaba el registro de pacientes con necesidad de operación. En total, fueron más de cuatro mil días. Eso, hasta abril pasado, cuando se puso en marcha el plan especial de resolución quirúrgica en los centros públicos del país, con la meta de revisar 70 mil casos de larga data.

"El Tata", como le llaman sus tres hijos, 12 nietos y amigos cercanos, aguardó pacientemente su turno. Aquejado de fuertes dolores, asistía religiosamente al hospital, dos veces por semana. "Me sacaban líquido y me decían ¡venga pasado mañana!", reclama.

En otras ocasiones le anunciaban una próxima intervención. "Gregorio, prepárate, porque te vamos a operar el mes siguiente, me decían. Pero nunca ocurría".

Carola González, su hija, describe la compleja espera. "Era terrible, a las cuatro de la mañana iba a la Urgencia para que le pusieran inyecciones, por el dolor". Para remediarlo, su nieta, de 23 años, aprendió a ponerle inyecciones. Y lo hacía a diario.

Hace algunos años, parecía que su turno, por fin, había llegado. Lo trasladaron a Santiago, "porque supuestamente lo iban a operar, pero después todo quedó en nada. Se perdió la documentación. Tuve que hacer todo el trámite de nuevo cuando me hice cargo de mi papá".

No habían razones contundentes. Tampoco mayores explicaciones. El cupo de pabellón que necesitaba para remediar las molestias de su pierna izquierda, sencillamente, nunca llegaba.

Así, en los últimos años Gregorio pasó de usar bastón a necesitar silla de ruedas para desplazarse. La artrosis que padecía no daba tregua. No esperaba a nadie.

Hace un mes, el ansiado llamado llegó desde el hospital. La condición del exfuncionario de la División El Teniente cumplió los requisitos. Y fue intervenido.

Estuvo una semana hospitalizado. Actualmente está en recuperación y ha dejado la silla de ruedas: puede caminar con bastón. No está de alta aún, pues el tratamiento posoperatorio durará tres meses y debe asistir tres veces por semana a terapia en el hospital. Siente molestias derivadas de la cirugía, pero está contento: es mucho menos que lo que aguantaba antes.

"Llegué a sentir que ya no tenía huesos. ¡No sé cómo me operaron! Me tuvieron que colocar pernos y una prótesis. Ahora, lo que quiero es quedar bien, caminando completamente", afirma.

Su hija añade que su padre está feliz. Y que incluso bailó en la última fiesta de cumpleaños.

Según el registro del Ministerio de Salud, el plan especial ya ha concluido. Fueron casi 45 mil cirugías. "Nos fijamos una meta de disminuir el 25% de la lista de espera y en tres meses lo logramos", dijo el ministro de Salud, Emilio Santelices, esta semana en el Congreso. Añadió que la cartera se ha impuesto un nuevo desafío: "sacar a todos los enfermos, que son alrededor de 85 mil, que están por sobre dos años en lista de espera. Esperamos llegar, en un año más, a que cualquier enfermo que requiera una operación no esté más de 18 meses en la lista".