Fue la madrugada del viernes que los ánimos de los dueños y choferes de camiones comenzaron a crisparse. El disparo con un fusil de guerra a uno de sus asociados, un joven de 35 años, en medio de la Ruta 5 Sur, a la altura de Ercilla, fue para ellos -según reconocieron- “la confirmación de que la situación está desbordada”.
El gobierno, a través del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, activó el control de daños, antes que escalara la inquietud del gremio y esa misma noche se contactó con el presidente de la Confederación Nacional de Transportistas de Carga (CNTC), Sergio Pérez, para concretar una reunión, en La Moneda, con la ministra del Interior, Izkia Siches.
Pero, a pesar de que el gobierno se comprometió a aumentar los controles en las rutas, disponer de mejores herramientas para las policías e integrar al Ministerio de Obras Públicas (MOP) en la idea de tener mejores zonas de descanso en las carreteras, esto no bastó y se necesitaría de otra reunión entre el Ejecutivo y el gremio para calmar las tensiones.
Ayer, la organización de los voceros de Conductores y Pequeños Dueños de Camiones de Chile anunciaron la paralización de actividades en todo el país, a raíz de los hechos de violencia que se han suscitado contra los camioneros en la última semana y que mantiene en riesgo vital al chofer herido el viernes.
El anuncio nuevamente puso en alerta al gobierno, pues un paro de camioneros en las carreteras podría nuevamente remover la agenda política del Ejecutivo, justo cuando intenta sacudirse de los tropiezos de la ministra Siches, el rechazo a su proyecto del quinto retiro y el aumento de más de un 60% en los delitos, en un mes.
Por lo mismo, nuevamente se activó el control de daños. El delegado presidencial de La Araucanía, Raúl Allard, se reunió ayer con la Federación Gremial de Dueños de Camiones del Sur (Fedesur), Carlos Bretti, para comprometerse a avanzar en la seguridad de las rutas y establecer un trabajo coordinado con el gremio.
Si bien Fedesur -asociada a la Confederación Nacional de Transportes de Carga- descartó, “por ahora”, plegarse a un paro, sí están en estado de alerta. Lo mismo el presidente del gremio, Sergio Pérez, quien expuso que “depende de nuestras bases, pero por ahora no hay ningún llamado de nuestra parte. Es importante, en todo caso, que el gobierno se ocupe de los temas y no solo se preocupe. Comprendemos la inquietud y rabia de nuestra gente”.
Sin embargo, hubo un compromiso del gobierno con los camioneros que logró poner “paños fríos” a este estado de alerta. Carlos Bretti reveló a La Tercera que “durante mucho tiempo estuvimos pidiendo una reunión, a través de la Ley de Lobby, con la ministra Siches, pero no nos habían respondido. El domingo tuve noticias y me llamó una persona del gobierno y me dijo que el miércoles la ministra se reuniría con nosotros”.
En caso de concretarse, este sería el segundo viaje de la ministra a la zona, luego de su frustrado ingreso a la comunidad Temucuicui, el 15 de marzo. Desde Interior señalaron a este medio que, hasta el cierre de esta edición, aún no había una cita comprometida por parte de Siches con los camioneros.
Sin embargo, Bretti advirtió: “La reunión será acá. Yo le pedí que fuera entre Concepción y Los Lagos, básicamente en la Macrozona Sur. Cuando vamos para Santiago viajamos mil kilómetros y no quedamos en nada, por lo tanto, exigimos que la conversación sea acá. Mañana nos confirman la hora”.
¿Qué pide, concretamente, a la ministra?
Pedimos que vuelva a restaurarse el estado de emergencia. Ellos dicen que no ha dado resultado, pero a nosotros nos da seguridad. Si nosotros hacemos un ejercicio simple: desde que se levantó el estado de emergencia aumentaron en un 146% los atentados. El gobierno dice que no es la mejor solución, bueno, que nos digan a la cara, entonces, cuál es la solución que tienen, y si tienen razón, la respetaremos, pero hasta ahora nada nuevo que funcione.
El gobierno dijo que aumentarán los controles policiales en las rutas, ¿eso no es suficiente?
No lo es. Así ha quedado demostrado estas semanas. En el estado de emergencia sí teníamos más tranquilidad y no había más atentados que ahora. Le voy a dar un ejemplo que retrata lo tirado de las mechas que es la situación: entre nosotros andamos, ‘esa ruta, no’, ‘a esa hora, tampoco’, ‘pasa ahora que no hay nadie’, ‘activa el GPS luego de pasar por esa ruta’, es decir, tenemos que andar haciendo peripecias para movernos y esa no es nuestra labor. Estamos cansados de que nos ataquen, porque, de verdad, nosotros no tenemos una deuda con nadie, ni con los mapuches, ni con los huilliches, aimaras, con nadie. Nos usan para reivindicar algo donde nosotros no tenemos ninguna culpa.