Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis muertes registradas a nivel mundial es provocada por el cáncer. Una triste realidad, de la que Chile también es parte. De hecho, según las estadísticas Vitales 2019 del Instituto Nacional de Estadística (INE), por primera vez desde que hay registros en el país los tumores ocupan el primer lugar en causas de muerte.
Por esta razón, los especialistas de salud recalcan la importancia de detectar y tratar la enfermedad a tiempo, pues eso puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Pero en el país aún es un desafío entregarle atenciones oportunas a los pacientes. De acuerdo a un informe enviado por el Ministerio de Salud al Senado el 27 de octubre de 2022, se estima que al año 27.732 pacientes necesitan radioterapia. Sin embargo, de acuerdo al equipamiento y al recurso humano que existe en los hospitales públicos, solo se puede realizar el tratamiento a 7.650 personas en horario institucional. Es decir, 20.082, un 72% de total, quedan sin acceder a la prestación.
Alejandro Ferreira, tecnólogo médico y académico de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, explica que este déficit “es muy grave. Que una cifra tan grande de pacientes se quede sin opción de tratamiento, significa que cuando logran acceder a un cupo, llegan en etapas muy avanzadas y eso impacta directamente en la efectividad del tratamiento. No es lo mismo tratar a una persona que tenga un cáncer de mama en etapa temprana que atenderla cuando está en una etapa avanzada. Entonces, esto impacta en la esperanza de vida”.
Pero, ¿cuál es la brecha? ¿Cuántos centros se necesitan para cubrir la demanda? Según las estimaciones del Minsal enviadas al Senado, para cubrir el requerimiento total de pacientes que necesitan radioterapia, con el esquema actual de horario de funcionamiento y el recurso humano existente, se deberían tener 60 equipos para suministrar el tratamiento, sin embargo sólo hay 17 a nivel nacional.
Además, Ferreira afirma que están distribuidos de tal forma que hace que sean de difícil acceso: “Solamente en Santiago, región que bordea casi los 10 millones de habitantes, hay un solo hospital público que presta las atenciones de radioterapia. En este caso es el Instituto Nacional del Cáncer, con sede en Independencia y San Miguel. Y en total son cinco equipos”.
La directora ejecutiva de la Fundación Foro Nacional sobre el Cáncer, Carolina Goic, afirma que “estas brechas son importantes, y dan cuenta de por qué necesitamos ir cumpliendo un plan de inversiones e implementación de centros de cáncer a lo largo del país, que es lo que plantea la Ley Nacional del Cáncer. Eso sí, hay una limitante física, pues aún usando todas las capacidades que tenemos, estamos lejos de cumplir con lo que se necesita”.
La exsenadora también advierte de las consecuencias del Covid-19 en los diagnósticos de cáncer, pues la crisis sanitaria provocó retrasos en la pesquisa y en el tratamiento de la enfermedad. De hecho, alerta que en estos dos años va a haber siete mil muertes más de cáncer debido a los retrasos. En ese contexto, afirma que “se agrega el retraso que hay de exámenes diagnósticos debidos al Covid-19 y el aumento en número de casos, sabemos que las cifras solo van a aumentar. Uno espera que como se hizo con el Covid-19, se tomen medidas excepcionales que permitan a las autoridades sanitarias del sector público y privado ponernos al día”.
En ese contexto, Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, coincide que Fonasa debería aumentar la compra de las prestaciones a privados para enfrentar estas brechas. Pero al mismo tiempo advierte que la crisis que están pasando las isapres puede afectar la atención que están recibiendo los pacientes en el sector privado.
“Esto también se relaciona con parte del problema que estamos viendo con las isapres. En los prestadores privados que realizan radioterapia, gran parte de los pacientes que se atienden ahí son de isapres. Otro porcentaje viene de los seguros complementarios con aseguramiento privado o público. Si se genera una crisis en las isapres, los prestadores van a dejar de recibir ingresos, y los pacientes van a tener que pasar a Fonasa”.
El retraso en los diagnósticos
Como detectar a tiempo es uno de los pasos más importantes para mejorar la esperanza de vida en los pacientes con cáncer, el Ministerio de Salud implementó el programa “Imágenes Diagnósticas”, que tiene como objetivo mejorar la capacidad resolutiva en el nivel primario a través de la disponibilidad de exámenes de imagenología que permita la detección precoz de esta patología.
En ese contexto, el Minsal estimó que se debían realizar 538.611 mamografías durante 2022. Sin embargo, hasta septiembre del año pasado se hicieron 293.343. Mientras que la meta para las endoscopias era de 38.185, pero hasta el tercer trimestre de 2022 solo se habían hecho 20.477.
“Esos retrasos son preocupantes porque ya eran metas desafiantes. Sé que el Ministerio de Salud ha hecho un esfuerzo importante por aumentar las horas de atención dentro de los hospitales, pero es imposible cumplirlas con los mismos recursos. Por eso, para alcanzar estas metas necesitamos usar todas las capacidades que hay en el país”, insiste la exsenadora Goic.