A las 7.30 de la mañana del viernes, el chileno Felipe Osiadacz, quien estuvo 16 meses en prisión en Malasia, por el homicidio culposo de Yusani Bin Ishak, arribó a Chile. Lo hizo por Pudahuel, mediante un vuelo Iberia. Horas después, un comunicado de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores ratificaba la información.
No obstante, las declaraciones del Canciller Roberto Ampuero, realizadas durante la mañana de hoy, al programa Estado Nacional, de TVN, retomaron el tema: "El que llegó estaba en realidad bajo una libertad condicional, tenía arraigo. De qué forma llegó al país, no lo sabemos".
A eso, el ministro de RR.EE. añadió que Osiadacz, como ciudadano chileno, "sin orden de detención internacional, tiene pleno derecho de entrar a su país". Sin embargo, también apuntó que el enfoque de ahora del ministerio es con el chileno que permanece en Malasia. "Cada caso es a juicio nuestro por separado y el señor Candia está cumpliendo con las leyes de ese país".
Uno de los factores a dilucidar es la doble nacionalidad de Osiadacz y cómo fue su uso de los pasaportes.
Francisco Leturia, experto en derecho internacional, explica que si Osiadacz ingresó al país con sus papeles en regla "entró correctamente. Si escapó de mala manera es un delito que no le corresponde investigar ni perseguir a Chile".
Javier Couso, académico constitucionalista de la UDP, indicó que "Chile no extradita personas a países que tengan pena de muerte" y añadió que el chileno que se quedó en Malasia "no responde por lo que haga o deje de hacer otra persona".
Samuel Fernández, académico de derecho internacional de la U. Central, expresó que "sería muy raro que pidieran algún tipo de acción judicial por un saldo de tiempo de arraigo. Normalmente se hace por delitos mayores".
El senador Iván Moreira (UDI), en tanto, planteó que esto no va a repercutir en las "excelentes relaciones que tiene Chile con Malasia, donde no hay ningún tratado de extradición".
Felipe Osiadacz y Fernando Candia estuvieron detenidos por 16 meses en Malasia por la muerte de Bin Ishak. Recibieron una pena de dos años, luego de que se les rebajara la calificación del delito de homicidio a homicidio culposo, y desde el pasado 5 de diciembre permanecían bajo libertad vigilada, luego de que la Fiscalía local presentara un recurso de apelación.