Una seguidilla de robos mantiene preocupados a la comunidad de la capilla Espíritu Santo de Hualpén, lugar al que en sólo una semana entraron a robar seis veces. El último hecho se registró la madrugada del sábado 17 de marzo, cuando desconocidos ingresaron a la iglesia y se robaron todo lo que estaba al interior de la sacristía por lo que no pudieron realizar la misa del domingo. Lo que obligó al cierre temporal "hasta nuevo aviso" del recinto religioso, con el fin de que se reparen los daños.

"La verdad que esto ya nos superó, ahora se llevaron el cáliz, los candelabros, el cirio y se tomaron hasta el vino. Antes entraban, pero no era tanto el daño que hacían, pero el año pasado tuvimos 18 robos en donde se llevaron puertas, un mesón metálico y sillas. Carabineros viene, hace rondas, se les pregunta a vecinos y nadie ve nada", contó Marta Arriagada quien lleva más de 10 años a cargo de la capilla.

En el recinto ubicado en calle Gran Bretaña de la población Emergencia, hay un comedor que entrega a diario alimentación a 45 personas, la mayoría de ellos adultos mayores. A cargo de la concina hay cuatro mujeres quienes al terminar su trabajo deben llevarse todo para que no se lo roben.

Irene Morales es trabajadora del lugar y sostuvo que "nosotros damos un servicio para gente que lo necesita, acá llegan ancianos a almorzar, hay gente que vienen a buscar la comida para familiares postrados. Es terrible se roban hasta las bolsas de basura, se llevan ollas, sartenes, alimentos que nos vienen a dejar. Nosotros necesitamos ayuda para esto siga funcionando".

El velatorio es otro lugar que los delincuentes han desmantelado casi por completo, se han llevado sillas y puertas, dejando ventanas y paredes destruidas que han sido parchada por los propios miembros de la comunidad.

Medidas

Quien también ha sido testigo de este tipo de delito es Flavio Torres Cartes, párroco de la parroquia San Miguel a la que pertenece la comunidad cristiana Espíritu Santo.

"La experiencia que tengo es de muchos asaltos, peligro y frustración, porque se destruye un servicio que presta servicios a la comunidad. Una vez fui a tribunales y no pasó nada, ahora espero que la fiscalía me cite para pedir al fiscal mayor vigilancia policial, porque Carabineros depende de la orden de fiscalía para aumentar su resguardo", indicó.

Dentro de las medidas que tomaran para poder frenar la ola de robo están la de organizar a la comunidad para la obtención de recursos para invertir en sistemas de seguridad en la capilla.